La Campaña para el Desarme Nuclear (CND), una de las organizaciones pacifistas más importantes del Reino Unido, condenó en una votación unánime "la decisión británica de intensificar la presencia militar” en las Islas Malvinas, según lo reveló la embajadora argentina en Londres, Alicia Castro.
La entidad pacifista británica también lamentó “la intransigencia” del Gobierno de Londres y su negativa a sentarse a entablar negociaciones con la Argentina, tal como lo disponen las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La resolución, votada por unanimidad, se conoció luego de que la secretaria general de la CND, Kate Hudson, y otros grupos pacifistas, mantuvieran distintos encuentros con la embajadora argentina.
La sede diplomática viene realizando en los últimos meses reuniones de trabajo con estas asociaciones, para exponer las denuncias que viene formulando la Cancillería argentina sobre el avance de la militarización británica en el Atlántico Sur.
En ese sentido, la CND expresó su “preocupación sobre la decisión de enviar el 24 de septiembre de 2012 al HMS Edinburgh, un destructor tipo 42, para patrullar las aguas en apoyo de los intereses británicos, no obstante el estado de paz reinante en la región”.
Además se hizo eco de “los informes de que ya se ha enviado allí un submarino nuclear clase Trafalgar, armado con misiles de crucero Tomahawk, y capaz de atacar buques dentro de un radio de 50 millas”.
Ante esta situación, la organización expresó la “alarma por la reciente decisión británica de intensificar la presencia militar alrededor de las Malvinas”.
En su resolución, además recuerda que la disputa por soberanía permanece irresuelta, “a pesar de los llamamientos realizados por el Comité de Descolonización y la Asamblea General de las Naciones Unidas a proceder con las negociaciones, con vista a encontrar una solución pacífica”.
En ese marco, lamentó “la intransigencia del Reino Unido al rehusarse a negociar” pese a que “la Presidenta Cristina Fernández asegura que la Argentina respeta los intereses y el modo de vida de los isleños y ofrecerá salvaguardas a tal efecto”.
La CND, que hace dos semanas le envió una carta a la Cancillería británica por estas preocupaciones, resolvió que va a seguir con atención el tema y que tomará “las medidas correspondientes a fin de poner en conocimiento público la amenaza que esta escalada representa”.
Por último, instó a sus miembros “a tomar acciones si fuera necesario”.
