La actriz Micaela Vázquez, que ahora se luce como Florencia en Dulce Amor, estuvo cinco años alejada de los medios justamente por amor. Vivió en España junto al futbolista Fernando Gago, pero ahora volvió al país y no sólo hizo su regreso triunfal a la pantalla chica, sino que debutó con el espectáculo teatral Next, una obra sobre cuatro mujeres con distintas personalidades, que no tienen problemas a la hora de hablar de sexo.
"Sentí adrenalina al mango con el debut. Son historias reales muy bizarras. Nos juntamos un par de amigas y empezamos a ensayar estas anécdotas de hechos reales. Son cuatro amigas con personalidades distintas y mi personaje tiene mucho sexual, es el más físico", contó la actriz a lolocuradelmundo7, y destacó que ella suele acercarse a los hombres que le interesan: "Soy un poco de ir para el frente. Soy de encarar, de ir para adelante cuando veo que da para eso. Si me doy cuenta, soy muy sutil. Una sabe las armas de seducción de una y yo las uso. A veces sirven y a veces no, mitad y mitad porque a veces a los hombres no le gustan las mujeres avasallantes".
"Mi personaje en Dulce Amor es nada que ver, es una chica inocente, de 18 años, que hace todo por amor. Miro a los adolescentes y los copio", reveló la actriz, quien afirmó que nunca le ocurrió algo como lo que le sucede a su personaje con el de Rochi Igarzábal, que tienen que luchar por el amor de un hombre: "Nunca competí con otra mujer por un chico, sé lo que tengo y lo que tengo e intento jugar con eso".
En cuanto a lo bien que le va a la novela, dijo: "No hay receta para el éxito. Está clarísimo. La novela propone relajarse y distenderse. Por ahora vamos bien y disfruto el momento. A Calu Rivero la quiero con todo mi corazón, es lo más, con Rochi igual. Estoy feliz de volver de esta manera".