¡EMBARAZADA!
¡Qué noticia! La morocha, que pasó el fin de semana en Punta, y su pareja, el empresario Daniel Vila, esperan su primer hijo. Superenamorada, ella se tatuó las iniciales de su novio, y él hizo lo mismo… ¿dónde?
Aquella morocha explosiva y soltera que hacía teatro en el verano y visitaba la playa bien tempranito para hacer producciones fotográficas, hoy es una exitosa conductora de tevé que se muestra frente al mar como una señora madre. El viernes 13, luego de una nueva emisión de Desayuno Americano –el ciclo de las mañanas de América, en el que sorprendió demostrando sus condiciones como conductora–, Pamela armó la valija y viajó para vivir un fin de semana de descanso. No lo hizo sola, por supuesto. Junto a ella viajaron sus dos amores: su hijo Felipe y su pareja. El sábado, Pamela se levantó temprano y bajó a la playa con Feli. Más tarde llegó Daniel, y la pareja se perdió en una larga caminata por la playa.Boooom! Aunque con cierta demora, estalló la primera gran noticia del verano veinte doce: Pamela David (33) y el empresario de medios Daniel Vila (58) esperan su primer hijo. La conductora demorará un tiempito en confirmar el feliz suceso, pero en su pequeño círculo íntimo ya conocen la novedad. “Todavía no me hice ninguna ecografía, pero estoy embarazada” la escucharon decir, sonriente y dichosa, aquellos que comparten cada momento de su vida. Parte de esa alegría se les advirtió el último fin de semana en Punta del Este, tal como muestran las imágenes, que ofrecen –también– a una Pamela diferente.
Buena letra. Pamela sorprendió mostrando un regalo que le hizo a Vila. En la parte derecha de su ingle, escondida bajo la tirita de su bikini, la conductora se tatuó una D y una V, las iniciales de su pareja. “Lo de ella es fácil, si nos peleamos se lo arregla, agrega AVI en el medio, y queda su apellido”, bromea Vila. Es verdad, lo del empresario fue más jugado: se tatuó “PAME”, con letras gruesas, en la parte interna de su muñeca izquierda. La pareja, que desde hace unos meses está buscando su primer hijo, lleva su amor en la piel. Y ahora, también en la pancita de ella, que pronto empezará a crecer.
