La información oficial daba cuenta que Pequeña P, la travesti entrerriana, se suicidó en el domicilio donde residía. Fue encontrada ahorcada.
Juan Atún, de 27 años, había dejado una carta a sus familiares explicando las causas que lo llevaron a tomar la decisión que, según trascendidos, se relaciona a cuestiones pasionales.
La última vez que se la vio públicamente fue en una secuencia de fotos junto al tenista David Nalbandian, en Entre Ríos.
A tres años de la confusa muerte de Mario Alberto Atum, travesti conocido como Pequeña Pe, su familia no sabe dónde está el cuerpo: “Ayer fuimos a la morgue y nos enteramos que la cámara frigorífica está rota”, dijo Gladis, su madre, y lamentó: “Nadie nos supo decir dónde está el cuerpo, no supe dónde dejarle las flores”.
Gladis se enojó ante esta situación y dijo que “lo que pasa es que no es la hermana de nadie, el señor intendente debería hacer algo porque la morgue está llena de pasto y de mugre”.
Respecto a la muerte de su hija, expresó: “Mi pensamiento no ha cambiado en nada, tienen que descubrir quién lo hizo porque ella sola no se pudo haber matado, y todavía el señor Horisberger anda suelto riéndose de nosotros. El Horisberger ese es un psicópata, está enfermo, yo cuando lo veo le grito de todo y él dispara”.
Juan Atún, de 27 años, había dejado una carta a sus familiares explicando las causas que lo llevaron a tomar la decisión que, según trascendidos, se relaciona a cuestiones pasionales.
La última vez que se la vio públicamente fue en una secuencia de fotos junto al tenista David Nalbandian, en Entre Ríos.
A tres años de la confusa muerte de Mario Alberto Atum, travesti conocido como Pequeña Pe, su familia no sabe dónde está el cuerpo: “Ayer fuimos a la morgue y nos enteramos que la cámara frigorífica está rota”, dijo Gladis, su madre, y lamentó: “Nadie nos supo decir dónde está el cuerpo, no supe dónde dejarle las flores”.
Gladis se enojó ante esta situación y dijo que “lo que pasa es que no es la hermana de nadie, el señor intendente debería hacer algo porque la morgue está llena de pasto y de mugre”.
Respecto a la muerte de su hija, expresó: “Mi pensamiento no ha cambiado en nada, tienen que descubrir quién lo hizo porque ella sola no se pudo haber matado, y todavía el señor Horisberger anda suelto riéndose de nosotros. El Horisberger ese es un psicópata, está enfermo, yo cuando lo veo le grito de todo y él dispara”.