El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y el gobernador Henrique Capriles iniciaron de modo diferente la última semana de campaña para las elecciones que los enfrentará el domingo próximo, en un clima enrarecido por la muerte a balazos de tres militantes opositores.
Chávez se mostró en el programa de televisión de su ex vicepresidente José Vicente Rangel, donde exhortó a los venezolanos a que no se equivoquen porque “lo que está en juego es la vida de la patria” y realizó un inesperado guiño a su colega de Estados Unidos, Barack Obama, y por la tarde presidió un acto en la costa oriental del lago Maracaibo, en el estado Zulia.
Capriles, en cambio, encabezó un multitudinario acto en el centro de Caracas, en el que llamó a los venezolanos a que “hagan su balance” de los casi 14 años de gobierno de Chávez y prometió que “falta una semana” para iniciar “la construcción de una Venezuela de progreso”.
“Yo te pregunto a ti: ¿de verdad tú quieres patria, quieres a tus hijos y a tus hijas, a tus nietas y a tus nietos, a tu país?”, preguntó el mandatario y respondió: “Entonces vota por Chávez, porque Chávez ya no soy yo, somos todos. Vota por la Patria, no te equivoques.”
“Estamos obligados a vencer porque lo que está en juego es la vida de la patria; eso sí, no caigamos en triunfalismos, nosotros tenemos que ganar con una holgada mayoría de votos porque será el antídoto más poderoso contra el plan desestabilizador que por ahí anda”, dijo durante la entrevista televisada que se extendió por una hora y media.
El jefe del Estado criticó a los sectores opositores que, a su juicio, “se han tenido que disfrazar diciendo que son de izquierda” para captar votos y se preguntó “quién ha visto al poder burgués gobernando a favor de las mayorías”, consignó la agencia noticiosa estatal AVN.
No obstante sus críticas, sostuvo que su eventual victoria “les conviene a los dueños de las grandes empresas privadas, a la gran burguesía” y explicó: “La clase media alta debería votar por Chávez porque somos garantía de tranquilidad familiar”.
Más tarde se definió como “un subversivo amoroso, un subversivo en positivo”, porque, aseguró, está “construyendo un nuevo orden constitucional, un nuevo orden político, un nuevo orden social, un nuevo orden económico”.
El mandatario sorprendió con un gesto amistoso hacia Obama, al que criticó duramente en repetidas ocasiones. “Desde el punto de vista de la real política, si yo fuera estadounidense votaría por Obama” y “si Obama fuese de Barlovento (en el estado Miranda) o de un barrio de Caracas, votaría por Chávez, estoy seguro; Obama es un buen tipo”, señaló.
Por la tarde, al llegar al municipio zuliano Cabimas, indicó: “Todos los planes de desestabilización de la derecha, tengo la certeza, van a fracasar. Los planes desesperados de la extrema derecha los vamos a derrotar no sólo en las urnas electorales. Si a ellos se les ocurriera tratar de desestabilizar el país, les haríamos que se arrepientan.”
En tanto, Capriles pidió a la multitud que colmó la céntrica avenida Bolívar que “hagan su balance” porque “saben que las cosas no van bien”, y afirmó que “el 8 de octubre (día siguiente a las elecciones) no hay pueblo derrotado” pues en Venezuela “no hay espacio para la división” y “los derrotados van a ser los violentos”.
El gobernador de Miranda, candidato excluyente por la oposición aunque no será el único, prometió que, en caso de ganar, concederá nuevamente licencia para emitir a la televisora RCTV, la más antigua entre las privadas del país, a la que el actual gobierno no le renovó la autorización hace dos años. “El próximo año vamos a volver a tener la señal de RCTV al aire”, dijo Capriles, según consignó el diario El Nacional en su sitio web.
Asimismo, Capriles aseguró que el gobierno de Chávez “ha regalado a otros países 259.000 millones de bolívares”, equivalentes a unos 60.300 millones de dólares, y señaló: “Se acabaron los regalos, la entrega de nuestro petróleo; todos los recursos serán para nuestro pueblo”.
El ingreso a la última semana de campaña se vio enrarecido por la muerte de tres militantes opositores, cuando fue baleada por desconocidos la caravana de la que participaban cerca de Barinas, la capital del estado homónimo, lejos de donde Chávez y Capriles encabezaban sendos actos, respectivamente en el centro del estado Miranda y en los estados Falcón y Táchira.
Murieron inmediatamente Antonio Valero, de 22 años, dirigente del partido centroderechista Primero Justicia (PJ), y Omar Fernández, de 63 y miembro del partido socialdemócrata Un Nuevo Tiempo, y el líder de PJ, Julio Borges, confirmó el fallecimiento de Héctor Rojas, quien este sábado había sido internado por las heridas recibidas.
El ministro del Interior, Tareck El Aissami, afirmó este domingo a través de su cuenta de Twitter que fue detenido “el autor material del doble homicidio” y que las autoridades policiales y judiciales estaban investigando el hecho, según reportó AVN.