Tras su anuncio en el E3 del 2011, llega por fin a nuestras consolas uno de los juegos más esperados (y también más criticados) de cuantos hemos podido ver en la corta vida del dispositivo Kinect. Coge tu sable láser, activa tus cinco sentidos y prepárate para sentir como la fuerza fluye por todo tu cuerpo. Esto es Kinect Star Wars
La galaxia a ojos de una Xbox 360
En cuanto metamos nuestro disco en la consola y, tras ver los logos de rigor de los estudios que han participado en el desarrollo del juego, comenzaremos a ver el especial mimo que ha puesto el equipo de Lucas Arts en el apartado gráfico de este juego.Lo primero que nos encontraremos es a los míticos androides R2D2 y C3PO presentándonos esta nueva aventura en la sala del consejo Jedi, y tanto el escenario como ambos personajes lucen con un acabado perfecto y una iluminación sobresaliente. Los menús son de un color azul muy característico para la saga, que también luce de forma muy agradable y es perfectamente manejable con Kinect.
Y es que en general encontramos un apartado gráfico muy mimado, por encima de la mayoría de juegos de Kinect, superando a algunos de los míticos de este periférico como puede ser Rise of Nigthmares. El mayor exponente del nivel gráfico del juego lo encontramos en la batalla de Kashyyyk, el planeta de los Wookies, dónde la selva y el lago lucen especialmente vistosos en medio de una batalla que parece totalmente viva. También merece una especial mención el aspecto de las batallas interestelares, de nuevo con escenarios completamente llenos que nos harán sentirnos muy pequeños con respecto a la inmensidad de la batalla.
Sin embargo, se aprecian algunos fallos, en ocasiones bastante inexplicables que empañan lo que debía ser uno de los grandes puntos fuertes de este videojuego. Y es que, pese a que el juego se presentó inicialmente con un estilo visual más propio de la serie de animación digital "Las guerras clon", los desarrolladores debieron de cambiar de opinión tras las críticas recibidas, reduciendo ese estilo caricaturizado hasta casi eliminarlo por completo. Y digo casi porque algunos personajes conservan ese aspecto, que queda muy poco acertado al compararlo con el exacto retrato del resto de los elementos. Es el caso del pelaje de los wokies, que parece no estar totalmente acabado de modelar en contraste con el resto del juego.
También tendremos algún bajón de fps en los momentos más apoteosicos, cuando la pantalla se llene de elementos que parece la consola no es capaz de mantener. Sin embargo este no es un punto que moleste demasiado, pues en cualquier caso las escenas más vistosas son pura cinemática, y durante el juego no se presta demasiada atención a ese tipo de detalles.ipo de Lucas Arts en el apartado gráfico de este juego.
Un juego que suena especialmente bien
Uno de los puntos verdaderamente fuertes del juego lo constituye su sobresaliente sonido. Y es que no solo destaca la banda sonora, extraída directamente de la saga cinematográfica, sino que en general los sonidos de la ambientación, como los disparos láser, la espada jedi, los vehículos, etc. emiten un sonido completamente a corde con lo que se espera y muy similar a lo visto, de nuevo, en las películas.
Pero no todo ha sido un cortar y pegar de la gran pantalla, pues el acertado doblaje al castellano no hace sino aumentar la experiencia inmersiva que se espera de un juego de Kinect (¿no se inventó para esto el aparato?). Molesta un poco que los personajes míticos, como Obi Wan o el mismo Yoda no conserven las voces originales de las películas, pero como por lo general los personajes que aparecen son exclusivos del videojuego este problema no se hace tan latente como por ejemplo, el doblaje de Dark Vader en El Poder de la Fuerza. Eso sí, hay algunos pequeños momentos en los que las voces parecen desfasarse un poco, como si no fueran acorde con lo que está pasando en pantalla. Aunque son problemas muy puntuales.
Para finalizar con los aspectos de sonido del juego, también merece la pena mencionar las canciones incluidas dentro del modo de baile del juego, todas ellas canciones originales (aunque más de una es una especie de "parodia" de canciones famosas) relacionadas con el universo Star Wars que dan un toque original pero también divertido a un modo que sembró muchas dudas a los fans de este juego.
Ponte en la piel de un Jedi, literalmente
Pero Kinect Star Wars no es un juego que alguien compraría por sus gráficos, ni por su sonido. No, este juego es especialmente llamativo precisamente por su jugabilidad, y por ver de qué ha sido capaz Kinect en la adaptación de una de las sagas más conocidas de toda la historia del cine. Y la verdad es que cumple casi a la perfección con lo que todos esperábamos. Repasemos todos los modos de juego, uno a uno:
Destino Jedi
El modo Destino Jedi es probablemente el modo que jugarás en primer lugar, pues es algo así como la campaña de este juego. En el encontraremos un popurrí de luchas contra enemigos, duelos de sables láser, batallas espaciales y enfrentamientos a bordo de todo tipo de vehículos, todo mezclado y rebozado de una manera muy acertada y coherente. El argumento no está especialmente cuidado, pero es lo justo como para que los fans disfruten mientras los más pequeños pueden disfrutar sin necesidad de ver los las escenas cinemáticas.
Los enfrentamientos con los enemigos son el momento idóneo para probar el manejo del sable láser en un espacio de semi libertad. Nosotros podremos movernos por todo el escenario, pero solo para acercarnos o alejarnos de los enemigos. Tras acabar con todos, el juego pasará a la siguiente plataforma automáticamente. El reconocimiento de Kinect es por lo general muy acertado. Reconoce perfectamente los movimientos y los plasma casi de manera idéntica a como los hemos realizado. Sin embargo, esto solo es totalmente cierto si nuestros movimientos son relativamente lentos, pues en medio de un frenesí a toda potencia Kinect parece pasar de nosotros y en pantalla puede ocurrir cualquier cosa. Los desarrolladores debieron ver este problema, porque los movimientos más rápidos parecen estar predefinidos para que la máquina los reproduzca cuando capta algo parecido, pero esto no es suficiente para evitar que de vez en cuando a Kinect se le vaya la pinza.
Las disputas mientras conducimos todo tipo de vehículos también son por lo general, muy divertidas. Son bastante frenéticas, lo que nos obliga a responder muy rápido y Kinect por lo general es capaz de transmitir este movimiento sin demasiado lag, aunque hay algunas ocasiones en las que el retraso se hace evidente. Eso sí, no llega a ser molesto y compensa en comparación con lo frenético y lo divertido que ha quedado el resultado. Nos volvemos a encontrar con un sistema de semi raíles. Pues gozamos de libertad para movernos pero siempre bajo los límites de un "circuito" invisible que nos dirige en la dirección correcta.
Las batallas de naves espaciales son especialmente vistosas. Encontramos dos tipos, aquellas en las que únicamente manejamos los cañones de la nave, en las que nuestra misión consiste en disparar a multitud de enemigos mientras otro conduce el vehículo, y aquellas en las que nosotros somos a la vez el piloto y el artillero del vehículo. En estos últimos, se vuelve a recurrir a un sistema de semi libertad, pues podremos movernos siempre dentro de los límites del circuito imaginario, mientras eso sí, damos caña a todos los enemigos que se nos acerquen.
Carreras de bainas
Las carreras de vainas son otro de los puntos fuertes que tiene Star Wars Kinect. El control es distinto al que encontramos al manejar los vehículos del modo Destino Jedi, e imita casi al 100% lo visto en la Amenaza Fantasma (que es de donde se han sacado este modo). Incluso veremos al extraño patrocinador del pequeño Anakin, que será nuestro jefe durante el pequeño modo campaña. Los circuitos son muy variados y de nuevo, la acción y el frenetismo están muy presente con una sensación de velocidad bastante acertada cuando activemos nuestro peculiar modo turbo. Además podremos disparar a enemigos, inutilizarlos e incluso lanzarles cosas al más puro estilo Mario Kart.
Los circuitos son todos muy variados y nos trasladarán a muchos de los lugares más emblemáticos de la saga de George Lucas, desde el mismo Coruscant a lugares más recónditos como la selva de Feluccia. Sin embargo todos ellos lucen muy agradables y divertidos. Eso sí, la dificultad de este modo no es para nada complicada, y acabar en una de las tres primeras posiciones puede ser pan comido dependiendo de nuestra pericia al volante.
Rancor desbocado
Este modo es algo así como un modo horda algo extraño, donde nos encarnaremos al Rancor, una de las criaturas más feroces de la galaxia que ya pudimos ver en el Retorno del Jedi, cuando el joven Luke le da una buena lección a Jabba el Hut. Tiene un corte claramente más infantil, y lo único que tendremos que hacer es destrozar edificios, lanzar a los enemigos por los aires e incluso comernos a algún que otro viandante despistado. Puede que a los fans de la saga y amantes de los juegos más serios este modo no les atraiga en absoluto, pero de seguro hará las delicias de los más pequeños de la casa.
Baile galáctico
Este es otro de los modos pensados para los reyes de la casa. Aunque resulta especialmente divertido para aquellos mayores con ganas de mover el esqueleto. Nos encontramos con una serie de reversiones "galácticas" de algunos temas míticos del panorama internacional y un sistema de juego calcado al que encontramos en Dance Central, sin llegar a la calidad de este. Sin embargo, la forma de jugar y el acertado reconocimiento de Kinect lo convierten en un modo especialmente divertido, como ya he dicho, perfecto tanto para mayores como para pequeños. Eso sí, si eres un machote del equipo Gears of War, no lo pruebes o vomitarás un corazón al instante.
Duelos del destino
El último modo del juego está completamente extraído del modo campaña. Se trata de duelos de sable láser calcados a los que encontrábamos en el modo Destino Jedi. La mecánica es sencilla: deberás bloquear los ataques de los enemigos hasta que estos se enfrente contigo. Debes ganar el enfrentamiento ya sea con un cabezazo, empujando con el poder de la fuerza o dando una patada a tu contrincante. Tras ganar el asaldo deberás atacarle con el sable. Estas acciones se repiten durante dos o tres veces asta que puedes derribar a tu enemigo, proclamándote vencedor. Este modo resulta especialmente decepcionante al principio, pues el intento de que parezca muy fácil hace que sea lento, repetitivo y aburrido. No obstante al aumentar la dificultad (y la velocidad) cobra un dinamismo muy entretenido y que hará la delicia de los que desaban, como yo, manejar un sable láser y enfrentarse al mismísimo Dark Vader.
Muchos modos, pero todos cortos
La duración constituye un punto delicado en Star Wars Kinect. Tanto la campaña principal como el resto de modos de juego tienen una duración algo reducida (de entre 2 y 3 horas para completarlos al 100%) lo que provoca que puedas terminar cada uno de ellos en dos o tres tardes, siempre que estés en forma. Así pues, si sumamos la duración de cada uno de los modos de juego tenemos un total de unas 10-12 horas, pero teniendo en cuenta que no todos los modos de juego son divertidos para todo tipo de jugadores este tiempo en la realidad puede reducirse a unas 8 horas de juego.
Por suerte se trata de un juego bastante rejugable, pues sin duda está pensado para, como mínimo, completarlo una vez de forma individual y otra con algún amigo. Así pues, si sueles tener visita en casa es muy probable que este juego te ofrezca infinidad de horas entretenidas, hasta completarlo con dos o tres amigos distintos. Sin embargo es un poco arriesgado dejar la duración a los gustos del jugador, sobre todo en un juego que esta ampliamente pensado para toda la familia, con unos modos para papá (que serían el Destino Jedi y las carreras de vainas principalmente), otros para los peques (el modo rancor y los bailes) y un modo que parece estar de relleno (Duelos del destino) y a la cantidad de amigos que tengas (si eres un solitario solo disfrutarás la primera vez que lo juegues). Habrá gente a la que se le hará muy adecuada la duración, pero para otros puede llegar a ser excesivamente corto.
Un cooperativo por debajo de lo esperado
Quizás el principal punto flaco de Kinect Star Wars sea su modo cooperativo. Si bien es cierto que se puede jugar a pantalla partida durante todo el juego y todos los modos, no hay ni rastro de ningún tipo de modo online, ni competitivo ni cooperativo. Ni siquiera unos míseros marcadores en los tiempos de las carreras de vainas. Desde luego no parece demasiado acertado eliminar todo el componente multijugador online en una plataforma como es Xbox 360. Y más cuando podríamos tener unas divertidísimas carreras y duelos de Jedis con nuestros amigos. Un punto muy desaprovechado, al menos en mi opinión...