Vestida como una sensual futbolista, la modelo Natalie Weber habló de su matrimonio con el jugador de la Lazio, Mauro Zárate, y de su hija Mía, de siete meses. Pero también morocha se animó a criticar a las botineras más populares.
En diálogo con la revista Gente, Weber, de 26 años, fue muy dura con Wanda Nara y con Mariana Nannis: "Wanda y la Nannis me causan gracia; yo no necesito ostentar. ¿A quién le importa tener una Ferrari? No me gusta la ostentación".
"Pensá que en la Argentina hay gente que no tiene ni para comer, y vos mostrás una Ferrari. Si con Mauro tenemos un auto de lujo o una mansión, no lo voy a decir para que se enteren todos".
"Lo mejor es conocer muchos lugares. Pero no soy de tarjetear, para nada. La ropa me la compro acá. No porque me dé cosa gastar, sino porque no me llama tanto la atención. Hacemos vida tranquila, salimos poco".
"Soy muy feliz. Me miro al espejo y tengo la familia que siempre soñé de chiquita. Tengo al marido perfecto, diez en todo. Y mi hija es un sueño. Mis lujos van por otro lado. Por la sonrisa de mi hija, por ejemplo. La cartera de marca me importa un rábano", aseguró.
"Soy una ama de casa total, mamá full-time, siempre con la mamadera en la mano. Igual, mi idea es hacer algo, poner un negocio, no sé. Para tener la mente ocupada, más que nada. La vida de mantenida no me gusta. Una cosa es ser botinera y otra, mujer de un futbolista", afirmó Natalie, quien dijo que ella se mueve en diferentes ámbitos que los de la mayor de las hermanas Nara.
"A Wanda le gusta vender que lleva la vida de una millonaria. Y la Nannis, lo mismo. En la Argentina, evidentemente, eso vende. Su hija, Charlotte, es un producto de su madre. Parece que hace todo lo que la mamá le dice. Lo que digo yo es que la vida que se muestra no es tal…Ser esposa de un futbolista implica otras cosas. Y nosotras, por un par que se la dan de 'Susana Giménez', pagamos el pato de que nos acusen de usar a nuestros maridos", se quejó.