Se trata de Sebastián Miguel Pantano (25), hijo de un ex sargento de la Policía Federal, quien llega a juicio acusado por el delito de "homicidio criminis causa" (matar para ocultar otro delito y lograr la impunidad para sí), que prevé la pena de prisión perpetua.
El debate comenzará a partir de las 9.30 en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 28, situado en en la planta baja de Paraguay 1536 de la Capital Federal.
Los abogados Daniel Borojovich y Carlos Pousa Bogado representarán a la familia de la víctima, mientras que el fiscal del juicio será Mario Montoya.
Borojovich afirmó a Télam que "Agrest fue ejecutado" y que durante el juicio, que en principio tendrá dos audiencias, declararán tres testigos considerados clave para la querella y dos peritos.
En tanto, el abogado defensor de Pantano, Gustavo Ferrari, intentará que los jueces Carlos Rengel Mirat, Carlos Mariano Chediek y Luis Oscar Márquez absuelvan a su cliente o cambien la acusación por la de "homicidio en ocasión de robo", la cual prevé una pena menor, de entre 10 y 25 años.
Según contó Borojovich, el acusado cuenta con antecedentes: fue condenado a cinco años y seis meses de prisión por el delito de "tenencia de arma de guerra", mientras que también tuvo una causa por "robo" cuando era adolescente.
"Fue un asesinato a mansalva, un crimen totalmente evitable porque (el delincuente) se podría haber ido. Tiene que haber una condena ejemplar para que no haya más Ezequiel", aseguró a Télam la madre del joven, Diana Cohen Agrest, respecto del crimen de su hijo.
El homicidio ocurrió el 8 de julio del año pasado en una casa situada en el pasaje Bertrés, casi Pedro Goyena, de Caballito, donde reside una compañera de estudio de la víctima, identificada como Lucía.
Ambos fueron sorprendidos por un delincuente armado que ingresó a robar cuando bajaban cosas de un auto y las entraban a la vivienda.
El asaltante, quien actuó solo, los amenazó con una pistola calibre .45 que nunca fue encontrada y los hizo ingresar a la casa, por lo que la joven le entregó dinero en efectivo, pero el delincuente no quedó conforme con el botín obtenido.
El ladrón maniató a Agrest, a Lucía y al hermano de la compañera que se encontraba durmiendo, pero estos últimos se desataron y salieron corriendo para esconderse en una de las habitaciones de la casa.
Según Borojovich, el delincuente le pegó un culatazo a Ezequiel y lo "remató" de dos tiros, uno de los cuales impactó en el piso, mientras que el segundo disparo le ingresó por la axila, traspasó el pulmón, el corazón y quedó alojado en la vejiga del joven, quien murió en el lugar antes de ser asistido por una ambulancia.
El hermano de Lucía salió corriendo a la calle pidiendo ayuda, pero el delincuente ya había escapado del lugar a la carrera.
Para Borojovich, serán clave las declaraciones de la compañera, del hermano de ella y de una vecina que vio salir al ladrón corriendo tras haber cometido el crimen.
Pantano fue detenido un mes después, en una vivienda situada en el cruce de las calles Costa Rica y El Tala, de la localidad bonaerense de Lomas de Zamora, e intentó ocultar su identidad al exhibir un DNI falso.
La clave para hallar al sospechoso fue el teléfono celular que se le cayó en el lugar del hecho, ya que tenía archivada una foto de su pareja, por lo que la investigación se centró en torno a esta persona.
Cuando fue asesinado, Ezequiel estudiaba en la Universidad del Cine y preparaba su tesis y un cortometraje con su compañera Lucía.
Cohen Agrest, madre de Ezequiel, es una reconocida doctora en Filosofía de la Universidad de Buenos Aires (UBA), magíster en Bioética por el Centre for Human Bioethics de la Monash University de Australia, y se desempeña como docente, investigadora y profesora invitada en universidades extranjeras. (Télam)