Pese a haber sido blanco de ataques en el día jueves, los observadores de la ONU enviados a Siria seguirán investigando las denuncias sobre la masacre perpetrada el miércoles en la provincia de Hama.
Según informó a la agencia de noticias DPA el portavoz de la misión de observadores, Hassan Siklawi, este viernes se llevará a cabo un nuevo intento de llegar al pueblo de Al Kubair, en Hama, para aclarar las denuncias sobre el asesinato de al menos 78 personas.
El jueves, cuando los vehículos de la ONU que se dirigían al lugar de la matanza, fueron tiroteados y uno de los coches sufrió daños, aunque no hubo que lamentar víctimas.
Una semana y media después de la masacre de Al Hula, con más de 100 muertos, el gobierno de Bashar al Assad y la oposición se acusaron mutuamente por el hecho similar de Al Kubeir, con al menos 78 muertos, entre ellos 42 mujeres y niños.
Esa masacre dejó ayer a Damasco bajo redoblada presión en la ONU, después de que el secretario general Ban Ki-moon asegurara que el gobierno sirio perdió "toda su legitimidad" y el enviado especial Kofi Annan pidiera al mundo unirse tras un "nuevo" esfuerzo para detener la crisis.
