MúsicaLunes, 28 de noviembre de 2011 12:03
Manu Chao trajo lo mejor de reggae a Malvinas Argentinas
El músico enamoró a 7 mil personas en el primero de sus tres shows en Buenos Aires, en el marco de su gira "La Ventura". La fiesta sigue este jueves y el sábado.
El músico y compositor franco español, Manu Chao, ofreció el miércoles a la noche un luminoso concierto ante 7.000 personas en el estadio Malvinas Argentinas, y le dio comienzo a la primera de tres presentaciones que realizará en Buenos Aires en el marco de su gira La Ventura, y que se desarrollarán este jueves y el sábado, con entradas agotadas.
Flanqueado por una excelente banda de viejos conocidos como Madjid Fahem en guitarra, Gambeat en bajo y Philippe en batería, el autor de "Clandestino" arrancó el show con "Mr Bobby", canción homenaje al legendario Bob Marley, un disparador del show que dejó claro que Manu Chao y su banda Radio Bemba son hoy los mejores músicos de reggae en castellano.
Lejos del sonido estandarizado que cultivan bandas argentinas y latinoamericanas y que a esta altura es una de las variantes pop de lo peor del mercado, Manu Chao y sus músicos le devuelven a eses estilo su sonido salvaje, la posibilidad de reinventarse, un modo de tocar el bajo que sigue proponiendo bases y una cercanía con la canción de autor, el punk y lo cosmopolita que es la marca propia que toda música necesita para seguir viva.
Con un estadio colmado y expectante, la banda ofreció un concierto monolítico, potente, energético, una suerte de celebración, una fiesta donde se encontraron en un mismo espacio, el reggae, el punk, las guitarras distorsivas de Madjid, alegatos contra la megaminería a cielo abierto y una sucesión de hits gatillados a repetición y que abarcaron "Bienvenida a Tijuana", "El viento", "Día luna, día pena", "Por el viento", entre otros.
Promediando el show, el músico, que es uno de los puntales del movimiento globalifóbico, que hizo de la ruta, la migración y los viajes un paisaje del tiempo actual, que adhirió al zapatismo y a las causas rebeldes desde fábricas autogestionadas hasta La Colifata, cantó "Clandestino", su canción insignia y la que mejor expresa su espíritu libertario en una versión tranquila, hipnótica, lejana a la aceleración punk que toman sus temas en vivo.
Luego hizo subir al escenario a "los colectivos que nos acompañan" y tomaron la palabra militantes que luchan contra la explotación de la megaminería a cielo abierto en Andalgalá y otros lugares de la Argentina.
El concierto siguió después con una serie de temas que marcaron uno de los picos de la noche, si bien todo el show estuvo por las nubes, con "La vida es una tómbola", dedicada al Diego ("Si yo fuera Maradona"); "La primavera", "Me gustas tú" y "King of Bongo".
Cerca de las 11 y 15, 90 minutos después de haber arrancado, Manu Chao ensayó la primera despedida con un "gracias Buenos Aires, gracias por la fiesta, gracias por tanta energía... hasta siempre", pero el clima era de una conexión tan fuerte, que el show debió continuar por un (largo) rato más.
Fueron el turno de "Minha galera", "El hoyo", "Machine gun" y un par de canciones en francés, que prolongaron el show hasta bastante tarde.
La gira La Ventura, arrancó en Argentina el pasado 15 de noviembre en Rosario, el 17 pasó por Córdoba mientras que el 18 tocó en Mendoza en solidaridad con el barrio La Gloria y el 20 ofreció un concierto en Neuquén en festejo por los 10 años de gestión obrera de la fábrica Zanón Fasinpat.
Quedan los dos show en el Malvinas Argentinas, aunque en ambos las localidades están agotadas.
Flanqueado por una excelente banda de viejos conocidos como Madjid Fahem en guitarra, Gambeat en bajo y Philippe en batería, el autor de "Clandestino" arrancó el show con "Mr Bobby", canción homenaje al legendario Bob Marley, un disparador del show que dejó claro que Manu Chao y su banda Radio Bemba son hoy los mejores músicos de reggae en castellano.
Lejos del sonido estandarizado que cultivan bandas argentinas y latinoamericanas y que a esta altura es una de las variantes pop de lo peor del mercado, Manu Chao y sus músicos le devuelven a eses estilo su sonido salvaje, la posibilidad de reinventarse, un modo de tocar el bajo que sigue proponiendo bases y una cercanía con la canción de autor, el punk y lo cosmopolita que es la marca propia que toda música necesita para seguir viva.
Con un estadio colmado y expectante, la banda ofreció un concierto monolítico, potente, energético, una suerte de celebración, una fiesta donde se encontraron en un mismo espacio, el reggae, el punk, las guitarras distorsivas de Madjid, alegatos contra la megaminería a cielo abierto y una sucesión de hits gatillados a repetición y que abarcaron "Bienvenida a Tijuana", "El viento", "Día luna, día pena", "Por el viento", entre otros.
Promediando el show, el músico, que es uno de los puntales del movimiento globalifóbico, que hizo de la ruta, la migración y los viajes un paisaje del tiempo actual, que adhirió al zapatismo y a las causas rebeldes desde fábricas autogestionadas hasta La Colifata, cantó "Clandestino", su canción insignia y la que mejor expresa su espíritu libertario en una versión tranquila, hipnótica, lejana a la aceleración punk que toman sus temas en vivo.
Luego hizo subir al escenario a "los colectivos que nos acompañan" y tomaron la palabra militantes que luchan contra la explotación de la megaminería a cielo abierto en Andalgalá y otros lugares de la Argentina.
El concierto siguió después con una serie de temas que marcaron uno de los picos de la noche, si bien todo el show estuvo por las nubes, con "La vida es una tómbola", dedicada al Diego ("Si yo fuera Maradona"); "La primavera", "Me gustas tú" y "King of Bongo".
Cerca de las 11 y 15, 90 minutos después de haber arrancado, Manu Chao ensayó la primera despedida con un "gracias Buenos Aires, gracias por la fiesta, gracias por tanta energía... hasta siempre", pero el clima era de una conexión tan fuerte, que el show debió continuar por un (largo) rato más.
Fueron el turno de "Minha galera", "El hoyo", "Machine gun" y un par de canciones en francés, que prolongaron el show hasta bastante tarde.
La gira La Ventura, arrancó en Argentina el pasado 15 de noviembre en Rosario, el 17 pasó por Córdoba mientras que el 18 tocó en Mendoza en solidaridad con el barrio La Gloria y el 20 ofreció un concierto en Neuquén en festejo por los 10 años de gestión obrera de la fábrica Zanón Fasinpat.
Quedan los dos show en el Malvinas Argentinas, aunque en ambos las localidades están agotadas.
