La UE endureció este lunes sus sanciones contra el gobierno de Bashar al Assad, en un intento para forzarlo a detener la represión contra la oposición, al ampliar la lista de prohibiciones de ingreso al territorio comunitario con congelación de sus activos en Europa.
La resolución fue tomada por los ministros de Exteriores del bloque comunitario y los afectados son tres personas y dos empresas, a los que también les quedan suspendidas sus actividades comerciales en la UE, informó la agencia de noticias DPA.
Al mismo tiempo, la UE reiteró su preocupación por la situación de violencia que no cesa en ese país y expresó su apoyo al plan de paz del enviado especial de Naciones Unidas y la Liga Arabe, Kofi Annan, aunque como sucede siempre no hubo mención alguna a la violencia de similar tenor que desata la oposición.
El ministro sueco de Exteriores, Carl Bildt, advirtió que la explosiva situación podría "derivar hacia una guerra civil" si antes no se logra canalizar el diálogo entre la cúpula de Damasco y la oposición.
Hasta la fecha, la lista negra de la UE está integrada por 126 personas del entorno del gobierno sirio y 43 empresas.
Según comentó Bildt, es imperioso que el plan de Kofi Annan salga adelante porque la alternativa "sería terrible" no sólo para Siria sino "para toda la región en su conjunto".
En ese sentido, destacó que es de vital importancia que cuanto antes la totalidad de los 300 observadores de la ONU en Siria pueda retomar su labor.
La jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, calificó de intolerable la violencia en Siria, al tiempo que reiteró el apoyo sin fisuras del bloque comunitario al plan de paz de Annan.