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Analizarán la estrategia de vacunación contra la tos convulsa a las embarazadas
El Ministerio de Salud de la Nación, la Organización Panamericana de la Salud y el Centro para el control y la prevención de enfermedades (CDC) de Estados Unidos iniciarán el próximo lunes un estudio para evaluar la eficacia de la vacunación contra la tos convulsa a embarazadas, estrategia que aplica Argentina y que "está mostrando ser muy efectiva".
Así lo señaló a Télam, Matthew Griffith, profesional del CDC de Atlanta, Estados Unidos, que se especializa en epidemiología y diagnósticos de laboratorio.
La experiencia se realizará en dos hospitales de la Ciudad de Buenos Aires y otros tres de Tucumán, Santa Fe y Neuquén "para medir la efectividad de la dosis en embarazadas, ya que hay evidencia de que es exitosa y es la mejor arma que tenemos", explicó el especialista.
El estudio analizará a niños que se enfermaron con tos convulsa -también conocida como coqueluche o tos ferina- e indagará si sus madres también tuvieron la patología, comparando resultados con otros chicos que no se enfermaron, e investigando si sus mamás se vacunaron o no.
"Se estima que en un año tendremos los resultados", adelantó el especialista que formó parte del equipo que diseñó el estudio, desarrolló el plan de trabajo y realizará el análisis de estadísticas.
Griffith dio a conocer la iniciativa al disertar durante el tercer simposio internacional de inmunizaciones que finaliza hoy en Tucumán.
Una realidad a nivel mundial es que "los lactantes tienen la tasa más alta de incidencia y, desafortunadamente, son los que tienden a tener más complicaciones porque la inmunología de ellos no está desarrollada, y las recomendaciones de vacunación son a los 2, 4 y 6 meses; ya que no se puede vacunar antes".
En Argentina, se recomendó la vacuna también a los 11 años "para proteger a los chicos que no tienen las 3 dosis, lo que es muy importante, sobre todo para los que tienen hermanos lactantes y también que las embarazadas lo hagan en el tercer trimestre de gestación".
Esta iniciativa argentina también "es para tratar de cortar la transmisión, porque quizás la mamá no se siente enferma pero puede tener la bacteria y pasarla a su bebé", de allí el interés en indagar la eficiencia de esta dosis a través de la investigación que se inicia en octubre.
A nivel mundial "aumentaron los casos de tos convulsa en las últimas dos décadas" relató, y en Estados Unidos "este 2012 es un año record, con tasas que no hemos visto en 50 años", advirtió Griffith.
Recordó que en 2010 hubo una epidemia en California y este año es en el Estado de Washington, en la frontera con Canadá y el océano Pacífico "donde ya se reportaron más de 2.500 casos, con índices altos en todo el país", agregó.
Muchos países han informado sobre brotes en los últimos años "tales como Chile, Colombia, Argentina, Uruguay, entre otros", señaló el médico, quien adelantó que "estamos estudiando las causas".
Explicó que en Estados Unidos "utilizamos vacunas que son acelulares, lo que significa que solamente toman pedazos de la bacteria antígena y se ponen en las vacunas; en Argentina, y en la mayoría de los países del mundo, usan vacunas de células enteras, donde se usa la bacteria total, se mata y se instala en las vacunas, entonces hay mas antígenos en esas vacunas que en la acelular".
La causa del brote de la enfermedad en el país de norte "creemos que se debe a la pérdida de la inmunidad de la vacuna acelular. Estudiamos lo que pasó en California, donde después de las 5 dosis, la inmunidad se pierde cada año un poco mas".
En Argentina, al tener una vacuna diferente "se ha mejorado muchísimo la vigilancia, lo que es identificación de casos, notificación, confirmación, se han introducido técnicas muy buenas con más capacidad para encontrar la bacteria en laboratorio", enfatizó.
El epidemiólogo coordina un proyecto que incluye Argentina, Panamá, México y Colombia, cuyo objetivo "es mejorar la vigilancia en estos países, y colaboramos para ver los sistemas de información y diagnósticos de laboratorio".
Si bien América es diversa, identificó algunas similitudes en lo que hace a la detección y tratamiento de la tos convulsa: "aumentaron los casos reportados en los últimos 10 años, esto es importante, porque con la coqueluche hay subregistros ya que hay muchas personas que se enferman y no son captadas por el sistema".
En estos países "se ha invertido muchísimo en vigilancia, identificación, confirmación y notificación de casos, y eso es un gran factor para que estemos viendo más casos", dijo.