Los griegos elegirán un nuevo gobierno el próximo domingo, en las primeras elecciones desde el estallido de la crisis. Los comicios son un referendo sobre ajuste. La extrema derecha podría beneficiarse con el descontento desatado por las medidas de austeridad.
Las elecciones legislativas son producto de la caída del gobierno socialista del ex premier Giorgos Papandreou en noviembre pasado, en medio de protestas contra las medidas de austeridad impuestas para recibir ayuda financiera de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y evitar un default.
Ese mismo mes, la Jefatura de gobierno fue asumida de manera interina por Lucas Papademos, un economista de 64 años y ex vicegobernador del Banco Central Europeo (BCE), visto como un tecnócrata virtualmente impuesto por los mercados para garantizar la implementación de los ajustes aprobados en la era Papandreu.
Tal como se esperaba, como un alumno aplicado, el nuevo gobierno hizo todos sus deberes, pero el resultado fue profundizar una crisis que crece día a día por un remedio que a todas luces es peor que la enfermedad, y que no evitó que Grecia tuviese que recibir este año su segundo "salvataje" financiero desde 2010.
El rechazo ciudadano a esas medidas erosionó a las fuerzas políticas griegas más tradicionales, el Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK) y el conservador Nueva Democracia (ND), que se vieron obligados a pactar una incómoda alianza para respaldar a Papademos y sus recortes y aprobar el segundo rescate externo.
El ND es el favorito a ganar los comicios del domingo seguido del PASOK, pero los sondeos también vaticinan que ninguno de los dos logrará por sí solo la mayoría para formar gobierno.
Esto haría necesario, para los deseos de los dos de seguir ajustando y recibiendo asistencia financiera, una nueva alianza entre ambos y posiblemente con alguna otra agrupación, algo que se prefigura muy difícil, dado que ND y PASOK son hasta ahora las dos únicas formaciones que respaldan las medidas de austeridad.
De hecho, se vislumbra que parte del electorado griego volverá la mirada hacia la extrema derecha, cuyo representante más acabado, el partido Amanecer Dorado, podría entrar por primera vez al Parlamento.
El actual líder del PASOK, Evangelos Venizelos, en esta última semana de campaña electoral, llamó a evitar que el neonazismo entre al Parlamento saludando con el brazo en alto como lo hacían los nacionalsocialistas alemanes, en declaraciones reproducidas por la cadena televisiva Euro News.
Amanecer Dorado, que quiere una Grecia sin extranjeros, se destacó por su oposición a las medidas de ajuste derivadas de los acuerdos financieros que firmó Grecia, lo que parece encaminarlo a llegar por primera vez al Legislativo, según coinciden distintos analistas.
De los 32 partidos y movimientos presentados ante el Tribunal Supremo y reconocidos, son cinco los grupos con fuerza en la derecha griega.
Además del tradicional ND, hay cuatro formaciones más: la Concentración Popular Ortodoxa, conocida por sus iniciales griegas LAOS, ligado al catolicismo ortodoxo; los Griegos Independientes, liderados por Pános Kaménos; la Alianza Democrática, de Dora Bakoyani y Amanecer Dorado.
En tanto, en la extrema izquierda helena, hasta ahora sólo dos partidos tuvieron representación en el Parlamento griego; la Coalición Radical de la Izquierda Syriza, liderada por AlexisTsípras, y el Partido Comunista de Grecia, conocido por sus iniciales KKE. A ellos se agrega el proeuropeo Partido de la Izquierda Democrática.
En este sentido, resulta paradojal que tanto los partidos de la extrema derecha como los de la ultraizquierda, propugnen el divorcio de la UE y el freno a las medidas de ajustes.
Los sondeos publicados hace dos semanas, antes de que se prohibiera su difusión, mostraron una intención de voto del 25% para ND y del 20 para el PASOK.
Esto indica que buena parte de los electores se inclinarían por organizaciones de reciente cuño, que crecieron por su oposición a las medidas de austeridad.
Esta semana, Papademos destacó que las elecciones del domingo determinarán el futuro de Grecia para las décadas por venir, y llamó a que el debate comicial se enfoque en entender la realidad.
"Confío en que las decisiones de los ciudadanos verán hacia el futuro y no al pasado", señaló el primer ministro en la última reunión de gabinete.
