Clara Lis Pereyra, una de las denunciantes en el juicio que se le sigue a la obstétrica Nilda Bomila Alvarez de Civale por los delitos de supresión, sustracción y ocultación de identidad de tres niñas durante las décadas de 1960 y 1970, y acusó a la imputada de ser la primera "en condenarla".
Pereyra fue la primera en declarar ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº2 de San Martín, frente al que sostuvo que "a mí hay alguien que cambió el rumbo de mi vida".
La mujer quien en 2005, con 27 años, se enteró de que su familia biológica la había comprado a una partera, manifestó al declarar durante más de una hora, su malestar "al saber que hay una mujer que me vendió como si fuera un carrito de supermercado".
Insistió ante el tribunal en que "no sé si la van a condenar -a Alvarez de Civale- pero ella me condenó a mí" y rescató que "ahora estoy bien gracias a la ayuda que recibí del Estado".
Pereyra, junto con Andrea Belmonte, nacida en 1969, y Patricia Uriondo nacida en 1978, son las tres denunciantes en la causa en la que se investiga la acción de Alvarez de Civale, cuando realizaba tareas como partera y los delitos de los que se la acusan, se cometieron fuera del plan sistemático de apropiación de bebés ocurridos en la última dictadura militar.
La denuncia contra Alvarez de Civale fue originada tras comprobarse su firma en las partidas de nacimiento apócrifas de las denunciantes y luego de los testimonios de familiares de las mujeres, que aluden a que fueron vendidas cuando eran bebés.
La defensa de Civale, que hoy tiene 82 años, interpuso la prescripción de la causa, la cual fue rechazada cuando la Sala Penal N°2 de la Cámara Federal de San Martín consideró que el término comienza a correr desde que se conocen los resultados de ADN que determinan que las víctimas del ocultamiento no son hijas biológicas de quienes figuran en sus actas de nacimiento.
Hoy continuarán declarando otras 17 personas, apropiados entre 1968 y 1978, que buscan determinar su origen.
