El movimiento piquetero tiene un origen singular que en la actual coyuntura, con el debate en el Congreso del proyecto enviado por el Poder Ejecutivo Nacional para la recuperación de YPF, valdría la pena recordar: nacieron al calor de la privatización de esa empresa.
Los primeros piquetes se produjeron como método de protesta contra los despidos de trabajadores y trabajadoras de YPF, resultado de la privatización de la compañía estatal productora de hidrocarburos.
Según Juan Wahren, docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, “los primeros cortes fueron apenas se conoció la noticia de la privatización en 1992, aunque no tuvieron mucha difusión”. De esta manera, añade un elemento a la historia que remonta las medidas de fuerza a la pueblada ocurrida en 1997 en Cutral-Có.
Los cortes no contaron con el apoyo del Sindicato Unidos Petroleros del Estado (SUPE) y fueron organizados por “autoconvocados”. Si bien Wahren relata que “no tuvieron mucho efecto, generaron la promesa de que los trabajadores recibirían el 10 por ciento de las acciones de la empresa”.
Wahren recordó que a partir de la privatización de YPF y las indemnizaciones recibidas por los trabajadores aparecieron cientos de emprendimientos “que no daban réditos y fracasaron” ante lo cual apuntó un ejemplo interesante: mientras la media nacional de desocupación en el año 1995 estaba en 18,5, en Mosconi, uno de los lugares que se iba a convertir en emblemático del surgimiento de los Movimientos de Trabajadores de Desocupados (MTD`S), se ubicaba por encima del 40%.
Precisamente, en cuanto al origen de los movimientos de desocupados, Wahren detalló que luego de aquellos primeros cortes, en esa ciudad salteña “algo quedó latente y produjo la formación de la Unión de Trabajadores Desocupados en 1996” lo que el profesor de la Facultad de Ciencias Sociales definió “como uno de los primeros experimentos” de organización de desempleados.
Como una de las primera medidas, la UTD “tomó el Concejo Deliberante protestando por la desocupación, armaron una olla popular y una huelga de hambre que tuvo cierta visibilidad en la zona”.
En 1997 fue clave; la población de la ciudad neuquina de Cutral-Có, que dependía casi por exclusividad de la existencia de YPF, cortaron la Ruta Nacional 22, impidiendo la circulación de camiones y logrando la renuncia del gerente que había dado la orden de despedir al personal. Fue una verdadera pueblada, porque en su constitución y desarrollo participaron los más diversos sectores sociales, no quedando reducida la protesta a los afectados.
Wahren aseguró que la UTD organizó, siguiendo el ejemplo no sólo de Cutral-Có sino también de Plaza Huincul (otra ciudad neuquina que se levantó a raíz de las consecuencia de la privatización de YPF) , “una gran pueblada”.
Consultado sobre el origen de los Movimientos de Trabajadores de Desocupados, Wahren señaló que “es una consecuencia de la privatización” y consignó que “si YPF hubiera seguido siendo estatal, quizás no hubieran surgido”.
En ese sentido, afirmó que uno de los principales reclamos de la UTD fue “que YPF vuelva a ser una empresa pública”. Por eso no sorprendió que uno de los principales referentes de la organización, y ex trabajador de la compañía, José “Pepino” Fernández haya dicho en diálogo con el periódico “Mú” que la expropiación del 51% de las acciones de la empresa “es algo grande, es algo bueno”.
“Esto abre una esperanza y demuestra lo que siempre dijimos y por lo que siempre peleamos pero hay que ver cómo sigue”, remató Pepino.
