Los nervios le jugaron una divertida pasada a Meryl Streep, quien se consagró anoche en la terna como mejor actriz en la entrega de premios Bafta, en Londres.
Cuando la actriz se levantó para recoger su estatuilla por su interpretación de Margaret Thatcher en La dama de hierro, dejó en el camino… ¡Un zapato!
Pero ante la emoción por el reconocimiento a su trabajo, Meryl siguió caminando hacia el centro del escenario, y a los pocos segundos le llevaron el zapato y se lo colocaron en vivo.
Streep se burló de la situación y sus colegas presentes le brindaron un cálido aplaudo y varias carcajadas.