Quince años después del inicio de su relación, Will Smith y Tommy Lee Jones son como un viejo matrimonio, íntimamente familiarizado con cada uno de los hábitos y peculiaridades del otro.
Por David Germain / AP
Quince años después del inicio de su relación, Will Smith y Tommy Lee Jones son como un viejo matrimonio, íntimamente familiarizado con cada uno de los hábitos y peculiaridades del otro. Tanto es así que cuando estas dos estrellas de Hollywood se sientan a una entrevista para "Hombres de Negro 3", el afable Smith juega a estar en medio de una terapia de pareja, apelando al juego de los opuestos como si se tratase de una esposa demandante y reserva para su compañero de reparto el rol del gruñón.
La trama del filme que se estrena hoy comienza cuando el agente J (Smith) descubre que el agente K (Tommy Lee Jones) y el destino de la Tierra están en juego. Por eso debe viajar en el tiempo al año de 1969 y detener a un criminal alienígena llamado Boris (Jermaine Clement) que asesinará a K cambiando así la historia del planeta. Una vez en el pasado se asociará a un joven K (Josh Brolin) para asi detener a Boris mientras se enfrentan al plazo de 24 horas antes de que queden atrapados en el pasado para siempre.
"Nunca me dice nada de mi ropa", se queja Smith en un sofá junto a Jones. "Y cuando salimos está más atento a su celular que a mí. No piensa en mis sentimientos", comenta con ironía a lo cual Jones responde: "Eso es pura mierda".
Con una gran carcajada, ambos dan por terminada la sesión de pareja y comienzan a analizar por qué su comedia de acción "Hombres de negro" se transformó en una franquicia de mil millones de dólares de taquilla desde la primera película se estrenó en 1997.
Jones había hecho grandes películas de acción a principios de los años '90 y ganó un premio de la Academia al mejor actor por "El fugitivo", pero no era un referente obvio para un tanque de la taquilla con brillantes efectos especiales. Y Smith en comparación era nuevo en el negocio ya que había dado su gran salto a la pantalla grande en 1996 con "Día de la Independencia".
Así que al comienzo, el potencial de "Hombres de Negro" se basó principalmente en la brillante idea del filme sobre unos agentes del gobierno dedicados a mantener bajo control el enorme secreto de la permanencia de unos extraterrestres varados en un complejo secreto, como pasajeros en tránsito pero del planeta Tierra.
Una vez que los fans vieron el dúo se convirtió en la franquicia de esos dos tipos con experiencia, el Agente K y el Agente J. Con "Hombres de Negro II", en 2002, incluso los actores reconocen que obtuvieron lo que querían. "Le faltaba origibalidad", dijo Jones. Pero a pesar de las críticas, la secuela fue un éxito.
¿Por qué, entonces, una vez más volver a esos dos tipos y sus rutinas opuestas, si incluso la secuela no les había resultado tan atractiva como la primera película? "Es la oposición, hombre. Es como un matrimonio", dijo Josh Brolin, quien coprotagoniza "Hombres de negro 3" como una versión joven del agente K después de que J hace un viaje en el tiempo hacia 1969 para salvar a su amigo. "Mirás y realmente ves que estos dos personajes se complementan en el mejor de los sentidos", añadió el actor.
La química entre los personajes estaba allí desde el principio, cuando empezaron a trabajar en la primera película, y se volvió a manifestar inmediatamente con "Hombres de negro 3", señaló Jones.
Smith, de 43 años, ya tenía una exitosa carreren la música en televisión con "El príncipe de Bel-Air" y había hecho una buena incursión en la pantalla grande con "Six Degrees of Separation" y "Bad Boys". Llegó entonces con confianza a "Hombres de negro", pero bromea con que él se mantuvo en un segundo plano por si acaso: "Para mí era un lugar más seguro porque si no funcionaba, la gente diría «la película de Tommy Lee Jones no funcionó»", dijo irónico.
Jones, de 65 años, se hizo conocido por sus papeles en películas como "JFK" o "Nacido para matar". Con poca experiencia en la comedia cuando encaró "Hombres de negro", dijo que cada reunión para las secuelas fue como una fiesta, sobre todo gracias a Smith.
"Will es más generoso que nadie que haya conocido y que propaga la alegría a su alrededor", dijo Jones. "El entra en un estudio, camina por el set y hace que todo el mundo esté feliz". "Hay que divertirse", dijo Smith.
Barry Sonnenfeld, que dirigió las tres parte de "Hombres de Negro", recuerda que Jones estuvo grabando sus partes solo durante dos semanas mientras Smith estaba terminando "Día de la Independencia".
Lo que estableció una buena base para el filme fue el contraste de dos personalidades diferentes: el reservado Jone poniendo a prueba sus pasos de comedia, y el jovial Smith trabajando con un peso pesado y un Oscar en su haber, ambos finalmente reunidos en el set.
"Will llegó a la película en lo que era un filme de Tommy, y pensé que eso sería útil en perspectiva, porque Will siempre será respetuoso y encantador, es como un cachorro de gran danés de ocho meses,que tiene mucha energía, mucha alegría y pensé que quizás eso podría afectar a Tommy", dijo Sonnenfeld.
"Pero Tommy y Will, desde el principio, desde la primera película, congeniaron. Genuinamente Will siente que Tommy es una de las personas más graciosas que jamás haya conocido, ya que Tommy es George Burns y Will es Gracie Allen. Se necesitan las dos", comparó en referncia al popular show de los ‘50.
Con el agente K de Jones, como el hombre correcto, y el J de Smith como el papel del cómico, la serie de los "Hombres de Negro" ha entregado uno de las parejas de amigos opuestos más duraderas de Hollywood.
"Las alianzas son buenas para los motores de la narración", dijo Jones. "Si pensás, ocurre en Don Quijote y Sancho Panza, el Cisco Kid y Pancho, el Llanero Solitario y Toro. Se reitera una y otra vez".
"Para mí son las energías opuestas", añadió Smith. "Esas energías están tan sumamente expuestas. Es como los dos últimos tipos que te imaginas van a ser socios y que nunca sus caminos se podrían cruzar".
La entrevista -o la sesión de terapia de pareja- llega a su fin. Smith se levanta del sofá, mientras Jones intenta hacer lo mismo. "Ayudme", le ladra a su socio.
