En el artículo publicado ayer en The Guardian, uno de los principales periódicos británicos, Penn -embajador itinerante de Haití- relata su encuentro con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y dijo que la reunión en la Casa Rosada estuvo “enfocada en la coordinación de esfuerzos que países como Argentina hicieron y hacen por Haití”.
Y explica que tras la reunión, quiso referirse a la cuestión Malvinas, remarcando que “a pesar del impulso de Naciones Unidas, el Reino Unido se ha negado a retomar los esfuerzos diplomáticos” para negociar la soberanía.
El artista estadounidense recuerda en su nota la tragedia de la guerra dispuesta por la dictadura militar, pero también las conversaciones diplomáticas en la década del `70 entre los gobiernos constitucionales de ambos países sobre el tema Malvinas.
“La pausa de Gran Bretaña en la diplomacia es entendible, pero toda falta de voluntad de retomarla es una clara explotación de las pérdidas ya sufridas, y es despectivo con un país y un continente”, opinó.
Además, disparó contra la prensa británica, a la cual calificó de “corrupta y no diligente máquina de propaganda” por realizar una “flagrante manipulación” de sus dichos del 12 de febrero en Argentina.
En ese sentido, enfatizó que no dijo que los kelpers “deben ser deportados o absorbidos por la ley argentina” y que cuando utilizó el término “colonialismo arcaico no fue, como se desinformó por todas partes, un llamado a repatriar a los súbditos británicos sino un cuestionamiento al despliegue del príncipe William” en las Malvinas, donde “padres y madres británicos y argentinos perdieron a sus hijos”.
“El reconocimiento del proceso diplomático de los `70s da algo de legitimidad a los reclamos de Argentina, (por lo que) no deberían ser negados por Gran Bretaña, explotando un pasado más reciente (en alusión a la guerra), o por la codicia de superpotencias desesperadas por el control de recursos naturales”, finalizó Penn, y culminó su artículo ironizando con una última oración: “Dios salve a la reina”
Y explica que tras la reunión, quiso referirse a la cuestión Malvinas, remarcando que “a pesar del impulso de Naciones Unidas, el Reino Unido se ha negado a retomar los esfuerzos diplomáticos” para negociar la soberanía.
El artista estadounidense recuerda en su nota la tragedia de la guerra dispuesta por la dictadura militar, pero también las conversaciones diplomáticas en la década del `70 entre los gobiernos constitucionales de ambos países sobre el tema Malvinas.
“La pausa de Gran Bretaña en la diplomacia es entendible, pero toda falta de voluntad de retomarla es una clara explotación de las pérdidas ya sufridas, y es despectivo con un país y un continente”, opinó.
Además, disparó contra la prensa británica, a la cual calificó de “corrupta y no diligente máquina de propaganda” por realizar una “flagrante manipulación” de sus dichos del 12 de febrero en Argentina.
En ese sentido, enfatizó que no dijo que los kelpers “deben ser deportados o absorbidos por la ley argentina” y que cuando utilizó el término “colonialismo arcaico no fue, como se desinformó por todas partes, un llamado a repatriar a los súbditos británicos sino un cuestionamiento al despliegue del príncipe William” en las Malvinas, donde “padres y madres británicos y argentinos perdieron a sus hijos”.
“El reconocimiento del proceso diplomático de los `70s da algo de legitimidad a los reclamos de Argentina, (por lo que) no deberían ser negados por Gran Bretaña, explotando un pasado más reciente (en alusión a la guerra), o por la codicia de superpotencias desesperadas por el control de recursos naturales”, finalizó Penn, y culminó su artículo ironizando con una última oración: “Dios salve a la reina”
