Por naturaleza, Gustavo Cordera siempre fue portador de “una voz de alerta”. Su visión es como el recorrido de una trompada que antecede a un contundente KO. Basta con recordar el final de la década del ’90, cuando se animó a cantar con su antigua banda, Bersuit, Se viene el estallido, canción que finalmente se transformó en una especie de presagio para lo que vino: la explosiva caída del gobierno de De la Rúa, a fuerza de cacerolazos populares sobre todo el suelo nacional, en el comienzo de la década siguiente.
Luego, en 2009, otra circunstancia premonitoria envolvió a la figura de Cordera. En ese momento, el todavía líder del movimiento bersuitero decide montar una escenografía en el mítico Luna Park con cajas lumínicas idénticas a las que se utilizan en la Fiesta Nacional de la Vendimia. Y esta noche, luego de tres años que el famoso cantante calvo hiciera transparente su fascinación por nuestro tradicional festejo, la inseparable Caravana Mágica del Pelado se sube a los festejos vendimiales de Capital en la plaza Independencia. “Este es otro regalo que me da la maravillosa Mendoza. Me siento honrado”, sostiene satisfecho el cantante en una entrevista previa a la conferencia que dio ayer en la Municipalidad de Capital.
Claro que el intuitivo discurso de Cordera no termina allí, va más allá. Siempre manteniendo como parámetros la política y el medioambiente, sostiene que “este gobierno comenzará a mostrarse decadente si no cambia el rumbo”. También, sin miedo a incendiarse porque prefiere explotar al ritmo de La bomba loca, anuncia en esta imperdible charla con Escenario & tendencias que volverá a sus raíces rockeras en su próximo álbum como solista.
Desde el pintoresco pueblo uruguayo de La Paloma, mientras termina con la merienda, Cordera comienza a describir lo que significa para él ser parte de un festejo vendimial por primera vez en su vida. “Siempre le cuento a los chicos de la Caravana Mágica que me acompañan lo que son las cajas lumínicas, porque ellos no fueron en 2009 al Luna Park. Esas cajas son la frutilla del postre, son lo que justamente le dan luz a la escena de la Vendimia. Para mí es fascinante habitar un escenario donde se encuentran esas obras de arte llamadas cajas de luz. A mí me llena de felicidad ser parte de la fiesta más antigua y con más tradición de la Argentina. Me toca estar por primera vez en este festejo en 2012, entonces se cierra un ciclo más en mi vida”.
Mientras se despacha con su largo discurso, las reminiscencias ambientalistas van entrelazándose con su concepto de la fiesta mayor de los mendocinos: “También llegamos a la Vendimia en un momento justo. Porque se festeja el fruto que da la tierra: la vid, el agua, los proyectos familiares, en una provincia que todavía lucha contra el cáncer más terrible que puede tener un país, que son las minas a cielo abierto. Por eso prefiero ser parte de esta fiesta y no de las decisiones políticas que traen un proyecto de explotación minera. Esta presentación también servirá para apoyar a los intendentes que todavía siguen luchando contra estos proyectos altamente contaminantes, como lo hace el intendente de San Carlos”.
Al mismo tiempo, Cordera se jacta de su prematura visión ecologista: “Hace mucho que estoy al tanto de todos estos temas, hace 10 años atrás no había ningún grupo ecologista y yo ya veía la llegada de estas grandes corporaciones que, con plata, le tuercen el brazo a cualquier gobierno. Antes que todos vi cómo entraron a Canadá, a Finlandia y cómo lo están haciendo en nuestro país. La megaminería va a ser el tema central de la lucha popular para los años que se vienen. La concientización ya llegó hasta las comunidades indígenas. Todos nos tenemos que plantar, como lo hizo Mendoza, ante estas amenazas contaminantes”.
–¿Y cuánto de especial tiene Mendoza en tu carrera?
–Mendoza siempre fue el termómetro de lo que iba a pasar con mi vida artística. Esta provincia, pese a tener una cercanía física con la sociedad conservadora chilena, todavía se rebela, lucha para que no se instalen las explotaciones mineras. Entonces todo eso a mí me pone muy feliz y más cuando veo que el mendocino tiene una dignidad enorme. Donde hay rebeldía, como en Mendoza, hay felicidad. Por eso me gusta estar allí y más aún cuando me regala esta posibilidad de estar en la Vendimia de Capital, me siento honrado.
–Mendoza siempre fue el termómetro de lo que iba a pasar con mi vida artística. Esta provincia, pese a tener una cercanía física con la sociedad conservadora chilena, todavía se rebela, lucha para que no se instalen las explotaciones mineras. Entonces todo eso a mí me pone muy feliz y más cuando veo que el mendocino tiene una dignidad enorme. Donde hay rebeldía, como en Mendoza, hay felicidad. Por eso me gusta estar allí y más aún cuando me regala esta posibilidad de estar en la Vendimia de Capital, me siento honrado.
–¿Estás al tanto de todo lo que pasa políticamente en nuestro país?
–Estoy al tanto de todo. Lo que observo de este gobierno es que baja dinero, ese dinero tiene una energía, y esa energía es oscura. La gente no necesita planes trabajar, necesita trabajo. Las grandes corporaciones vienen a quitarle el trabajo a la gente, le dan plata al gobierno. Luego, el gobierno lo usa para crear clientes políticos y planes trabajar. Entonces ese aparente bienestar se va a caer y aparecerá la verdadera cara. Cuando esto no se pueda sostener, todo esto comenzará la decadencia de este gobierno. Si ponés la lupa sobre este accidente ferroviario que sucedió en el barrio de Once, te vas a dar cuenta que hay un montón de gente con mucha plata, que también proviene de un lugar oscuro, y los trenes están en muy mal estado.
–Estoy al tanto de todo. Lo que observo de este gobierno es que baja dinero, ese dinero tiene una energía, y esa energía es oscura. La gente no necesita planes trabajar, necesita trabajo. Las grandes corporaciones vienen a quitarle el trabajo a la gente, le dan plata al gobierno. Luego, el gobierno lo usa para crear clientes políticos y planes trabajar. Entonces ese aparente bienestar se va a caer y aparecerá la verdadera cara. Cuando esto no se pueda sostener, todo esto comenzará la decadencia de este gobierno. Si ponés la lupa sobre este accidente ferroviario que sucedió en el barrio de Once, te vas a dar cuenta que hay un montón de gente con mucha plata, que también proviene de un lugar oscuro, y los trenes están en muy mal estado.
–¿Pensás que puede haber alguna solución a todo esto que planteás?
–Sí, cuando se tome conciencia de todo lo que está sucediendo. Yo puedo confiar en una situación política si el gobierno dice: “Vamos a escuchar al pueblo. Con lo de la megaminería no podemos seguir”. Cuando suceda eso, van a tener mi apoyo en el momento.
–Sí, cuando se tome conciencia de todo lo que está sucediendo. Yo puedo confiar en una situación política si el gobierno dice: “Vamos a escuchar al pueblo. Con lo de la megaminería no podemos seguir”. Cuando suceda eso, van a tener mi apoyo en el momento.
–Queda claro que con La Caravana Mágica nunca tocarías en un acto oficialista...–Al menos si me subo a un escenario así voy a dejar bien en claro que no formamos parte del Gobierno, ni nos sentimos representados por él. Aunque después, en tu vida ciudadana por llamarlo de alguna manera, votés a esa conducción política. Igual está claro que no necesitamos del dinero del gobierno para ser. Ese dinero le pertenece a la gente, el pueblo no necesita que la plata de ellos la tengamos nosotros. Todos necesitamos saber con qué energía construiremos nuestro futuro. Yo soy el absoluto responsable de mi destino, todos tenemos esa responsabilidad y hay que asumirla para no caer en la decadencia.
