Los tres presos de máxima peligrosidad que se habían fugado hace cinco días de la Unidad de Detención Uno de Río Grande, en Tierra del Fuego, fueron recapturados por la policía local en la ciudad chilena de Punta Arenas.
Se trata de Claudio Fabián Borquez Cárdenas (38), alias "Mandinga", Daniel Eduardo Villegas (26) y José Cancino Saldivia (27) quienes habían logrado salir del país a través del Paso Fronterizo de San Sebastián o de otros cruces alternativos a Chile.
El subjefe de la policía fueguina, Mario Marino, dijo a la prensa que el operativo tuvo lugar en el marco de un convenio vigente de cooperación entre las fuerzas de seguridad de ambos estados provinciales.
Por su parte el secretario de redacción del diario chileno La Prensa Austral, Poli Rain, informó que los presos fueron encontrados “en horas del mediodía en el popular barrio 18 de septiembre, mientras deambulaban por las calles”.
El periodista precisó que los vecinos de la zona alertaron a la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) tras reconocer los rostros de los evadidos cuyas fotos habían sido publicadas en el medio gráfico.
“Se presume que habían llegado a Punta Arenas entre el viernes 19 y el sábado 20, probablemente después de pasar la frontera por algún paso temporario no habilitado o escondidos en un transporte”, relató Rain.
En el momento de la detención, los buscado “deambulaban por las calles sin rumbo fijo, en busca de alojamiento”, agregó el periodista, y anticipó que una vez interrogados por integrantes la PDI “comenzarán los trámites previos al traslado de nuevo a la Argentina”.
El escape de los presos se había concretado pasada la medianoche del miércoles 17, después de que los detenidos limaron barrotes de una celda o los cortaron con una sierra, antes de atravesar tres muros sin ser vistos por los guardias.
La manera en que se produjo la fuga hizo sospechar a las autoridades de que podrían haber recibido ayuda interna, por lo que el gobierno provincial inició sumarios administrativos contra varios efectivos del Servicio Penitenciario.
Uno de los reclusos que logró escapar, David Ojeda, alias "La Muerte" (20) fue encontrado a la mañana siguiente mientras caminaba por el centro de Río Grande, mientras que de los demás no se sabía nada hasta hoy.
Salvo Cancino, al que le faltaba poco para acceder al beneficio de la libertad condicional porque estaba condenado a 16 años de cárcel por un homicidio, los demás purgan condenas de prisión perpetua por homicidios cometidos en la isla.
Ojeda, oriundo de Río Grande, fue condenado en 2012 a esa pena por el doble crimen de los ancianos Héctor Techeira y Delia Briz, a quienes mataron de cerca de 100 puñaladas en abril de 2011 en Chacra XIII.
Villegas y Borquez Cárdenas habían sido trasladados desde Ushuaia tras ser sentenciados a reclusión perpetua por ser coautores del crimen a mazazos de Héctor Nenén, sereno de la "Pesquera del Beagle", ocurrido el 27 de febrero de 2010.
En 2005, Villegas protagonizó otro hecho de fuga desde la alcaidía de Ushuaia y fue recapturado pocas horas después.
Saldivia, en tanto, estaba preso por el crimen de Rubén Alvarado, asesinado de 11 puñaladas en el barrio Perón, en junio de 2005.
El director del Servicio Penitenciario provincial, Alberto Núñez, admitió que en el momento de la fuga no funcionaban las cámaras de seguridad y reconoció falencias en el sistema de guardias por falta de personal.
El secretario de Seguridad, Daniel Facio, fue citado para mañana por la comisión de Justicia y Seguridad de la Legislatura fueguina, cuyo titular, el radical Pablo Blanco, calificó la situación del Servicio Penitenciario provincial como "preocupante".
