El oficialismo ejerció una fuerte defensa en el Senado del proyecto de ley para expropiar el 51% de las acciones de YPF, en una sesión especial en la que advirtió que la medida "es el inicio" para resolver la crisis energética.
Relacionadas
- Morales aseguró que la UCR "votará a favor en general"
- Lorenzino refutó a Repsol la responsabilizó por la caída en la producción
- El Senado comenzó a debatir el proyecto que impulsa el retorno de YPF a manos de
- Boudou: "El sistema energético tiene que ser uno de los motores del crecimiento"
- Para Aníbal Fernández, será una "jornada histórica"
- Para Naidenoff, la nacionalización de YPF es "soberanía energética"
- Godoy: "Es recuperar la soberanía de nuestros recursos hidrocarburíferos"
Como miembro informante del oficialismo, el senador Marcelo Fuentes, que preside la comisión de Asuntos Constitucionales, declaró que el oficialismo es "consciente de que la sola expropiación no soluciona el problema" sino que "es el inicio de la solución, para dar soberanía energética al Estado argentino".
Fuentes afirmó que la iniciativa "no es un acto caprichoso ni un acto aislado" del Poder Ejecutivo sino "el corolario lógico" del proceso iniciado en 2003, con la presidencia de Néstor Kirchner.
"El proyecto -expuso- es un derivado consecuente y una necesidad imperiosa de concretar en materia energética la reversión fundamental de paradigmas que caracterizaron los tiempos con preeminencia neoliberal".
El senador por Neuquén afirmó que la propuesta "marca un punto de inflexión, una bisagra histórica" y confió en que "el debate en el Senado adquiera el voltaje que amerita la circunstancia".
"Porque desde el 2003 -argumentó- el presidente Néstor Kirchner inauguró el proceso de reconstrucción de la Nación cimentado sobre dos pilares: darle a la economía la virtud que permita que los procesos productivos estén al servicio del bienestar general".
Fuentes justificó la decisión oficial al señalar que "en esa lógica de obtención de recurso rápido y fácil se vulneró la racionalidad de la explotación de hidrocarburos" y mencionó los daños "al medio ambiente" al sostener que "sólo se contemplaba en caso de que no significara un gasto de inversión".
El senador oficialista apuntó también en su discurso contra los diarios La Nación y Clarín que, dijo, "desean, suplican, añoran, sanciones para la Argentina", conductas que según evaluó "en otro momento hubieran sido llamadas "como de traición a la patria".
En nombre del radicalismo, el senador Gerardo Morales admitió que el proyecto cuenta "con el consenso de la mayoría de la población" y "de la mayoría de la oposición" y declaró que le parecía "bien" que el oficialismo admita que la expropiación "no es la solución del problema".
Morales adelantó que su bloque votaría en general a favor del proyecto, se quejó de "algunas operaciones" de "un sector minoritario" de su partido "y con alguna ayuda desde afuera" para dividir a la UCR respecto a esta discusión, y reclamó que el Gobierno "se haga cargo" de su responsabilidad en la crisis energética.
El legislador radical lamentó la ausencia en el recinto del ex presidente y senador Carlos Menem, quien avisó que votaría a favor del proyecto oficial, al asegurar que "alguna vez sería bueno que algunos pidan perdón" por haber sido "responsables de las privatizaciones y el vaciamiento de empresas como YPF".
En nombre del peronismo disidente, el senador Juan Carlos Romero admitió que votó a favor de la privatización en la década de los 90, avisó que su bloque presentaría un proyecto propio y criticó el hecho de que el Gobierno no "tenga una visión estratégica" en materia energética.
La iniciativa comenzó a ser debatida a las 10.30, en una sesión especial que -según se prevé- se extenderá hasta altas horas de la noche ya que hay 52 oradores anotados, y a la que hasta el momento no asistieron los senadores Carlos Menem, Carlos Reutemann y Roxana Latorre.
