El jefe de Gabinete y dos ministros rechazaron el intento de las entidades agrarias de impedir por la fuerza que se tratara el proyecto de reforma impositiva que incrementa el inmobiliario rural.
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El jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez; la ministra de Gobierno, Cristina Alvarez Rodríguez, y su par de Asuntos Agrarios, Gustavo Arrieta, manifestaron hoy su "total repudio" a los hechos de violencia provocados en el Senado por dirigentes e integrantes de entidades agrarias durante el tratamiento del proyecto de ley de reforma impositiva.
El jefe de Gabinete del gobernador Daniel Scioli manifestó su “repudio a la actitud antidemocrática de las personas que ayer quisieron ingresar por la fuerza para obstruir el normal desempeño de los representantes legislativos”.
"El gobierno de la provincia se solidariza con los trabajadores que sufrieron esta actitud violenta de quienes no aceptan debates en paz y brinda su entero respaldo a todos los legisladores, sin importar su procedencia política e ideológica, para que puedan expresar sus ideas y desarrollar su labor parlamentaria sin condicionamientos de ningún tipo", expresó en un comunicado.
Por su parte, la ministra Alvarez Rodríguez señaló que los ruralistas que provocaron disturbios para impedir la aprobación de la reforma impositiva "quisieron conseguir con violencia lo que no pudieron con votos".
"A través de la violencia buscaron conseguir lo que no pudieron con votos", aseguró Alvarez Rodríguez a Télam.
A la vez, remarcó que "es evidente que como no le alcanzan los legisladores porque el pueblo no los eligió, tienen que irrumpir con violencia" y agregó que "yo lamento que aparezcan gestos de este tipo”.
Por otra parte, consideró que "los incidente muestran la violencia de un grupo de manifestantes encabezados por Hugo Biolcatti y la Mesa de Enlace, que irrumpieron sin respetar a nadie, ni a sus propios legisladores".
Arrieta, por su parte, dijo a Télam que "gritarle a un senador mientras se expresa `sabemos por qué ruta volvés a tu casa` es la desmesurada expresión violenta de quienes claramente no entendieron que estamos viviendo en democracia".
Consideró también que "ya no se arreglan las cosas con la prepotencia de un capataz" y detalló que "los 200 o 300 manifestantes que ingresaron a la sala del Senado quisieron desconocer violentamente el mandato que el pueblo hace 6 meses expresó en las elecciones".
"Ese apoyo del pueblo, lejos de entregarnos algún tipo de privilegio, nos condiciona con mayores responsabilidades, entre ellas, la de lograr una más ajustada equidad tributaria", finalizó Arrieta.