Un nuevo capítulo de desencuentro israelí-palestino comenzó a escribirse con el anuncio de Israel de levantar una academia militar nada menos que en el Monte de los Olivos, contiguo a las murallas de Jerusalén, lugar venerado por cristianos, judíos y musulmanes, iniciativa que rechazan de plano los lugareños árabes.
Grandes carteles pegados en las paredes y vallas en la zona anuncian en árabe y hebreo la aprobación del plan para construir un centro de formación del Ejército, que prevé albergar a 400 estudiantes militares y más de un centenar de oficiales y profesores.
En esos carteles, Israel informa que la población tiene un plazo de sesenta días para presentar alegatos en contra de la obra.
"Este es un paso más de Israel para hacerse con el control del territorio palestino ocupado de Jerusalén Este y, sobre todo, controlar la tierra que rodea la Ciudad Vieja y la cuenca sagrada", afirmó Ahmad Sub Laban, de la ONG israelí Ir Amim.
"El objetivo último es que la parte oriental de la ciudad nunca se convierta en la capital del Estado palestino", agregó en declaraciones a la agencia de noticias EFE.
Para Hagit Ofram, directora de Observación de Asentamientos en la ONG israelí Shalom Ajsav (Paz Ahora) la idea de construir una academia militar no es ningún problema, pero "su ubicación en una de las zonas más sensibles y disputadas de Jerusalén, es algo más que provocadora".
Se trata de un edificio de ocho plantas que ocupará una hectárea y media de terreno entre el complejo de la Federación Luterana Mundial (Augusta Victoria) y la Universidad Mormona.
Israel sostiene que el emplazamiento forma parte del Monte Scopus, donde se ubica la Universidad Hebrea y parte del cual es aceptado internacionalmente como territorio israelí desde la creación del Estado.
Varias ONG y la población local afirman por su parte que el complejo se levantará sobre tierras palestinas ocupadas por Israel en 1967, en ocasión de la Guerra de los Seis Días.
"La zona está a horcajadas entre el Monte de los Olivos y el Monte Scopus, más en el primero que en el segundo, pero definitivamente está fuera del enclave (israelí)", explicó por su parte Betty Herschman, directora de Relaciones Internacionales de Ir Amim.
Sin embargo, el portavoz municipal de Jerusalén Barak Cohen aseguró que la escuela estará en territorio que era ya israelí en 1948 y destacó que Jerusalén "da la bienvenida a las instituciones nacionales con los brazos abiertos".
"No hay lugar más apropiado para esta academia que la capital del Estado judío y corazón eterno del pueblo judío", desafió el funcionario.
Jatem Jweis, residente del Monte de los Olivos y activista, hizo un relato de lo que sucederá en el lugar: "Israel empieza construyendo infraestructuras, luego mete a los colonos, amplía los asentamientos y estrangula a las poblaciones locales, que quedan sin espacio para desarrollarse".
Como muchos de sus vecinos, cree que el plan es "inaceptable" y ve "muy grave" el hecho de "meter más soldados israelíes en territorio palestino ocupado y entre población civil palestina".
"Es muy problemático ponernos bases militares justo en la puerta de nuestro jardín", advierte, y recuerda que "Jerusalén es especial para toda la gente religiosa. No hay otra Jerusalén, es única".
A esta santidad se remiten quienes cuestionan la iniciativa y aseguran que no se puede pensar en el Monte de los Olivos "en términos inmobiliarios".
"Es importante para las tres religiones monoteístas: tiene un cementerio judío de tres mil años, donde la resurrección de los muertos debe empezar cuando llegue el mesías. Para el Islam, un delgado puente conectará la Explanada de las Mezquitas y el monte al final de los días", relata Ofram.
"Y para los cristianos es un lugar conectado con la vida y muerte de Cristo y donde pasó sus últimos días antes de la crucifixión", completa la activista.
Ir Amim advierte que de llevarse a cabo el proyecto, llevará mucha violencia a la sagrada montaña, en cuyas faldas se encuentra el huerto de Getsemaní, donde, según la tradición cristiana, Jesús se retiró a orar antes de ser entregado por Judas y aprehendido por los guardias del templo.
La portavoz del Ministerio de Defensa Myriam Nahon afirmó que la decisión de transferir academias militares a Jerusalén tiene como objeto "reubicar las instituciones militares fuera de los centros urbanos de la región de Gush Dan (alrededor de Tel Aviv), liberar suelo para la construcción de miles de viviendas y fortalecer las áreas de prioridad nacional".
De lo que no caben dudas es que el proyecto ya genera una nueva y profunda controversia en una de las regiones más calientes del planeta.