Los investigadores de los crímenes del policía Rubén Fernández y del profesor de Kung Fu Jerónimo Barrera están convencidos de que una misma banda de la villa Los Alamos, vinculada a la barra de Quilmes, es la que cometió ambos asesinatos el sábado pasado.
Fuentes judiciales indicaron a Télam que ya hay un joven de 18 años detenido, aunque no directamente imputado por los homicidios sino por una portación ilegal del arma, y que otros sospechosos están identificados como posibles imputados.
El fiscal de Berazategui Daniel Ichazo, que investiga el crimen del policía Fernández, y la fiscal de Avellaneda María Olmos Coronel, quien tiene a cargo la causa por el crimen de Barrera, intercambiaron en las últimas horas información de ambos expedientes ante la sospecha de que en ambos homicidios intervino la misma banda.
Los pesquisas ya determinaron que en ambos hechos los delincuentes se movilizaban en el mismo auto, un Volkswagen Bora, que los identikits que los testigos hicieron sobre los autores de los asesinatos son similares y, además, que ambas víctimas fueron asesinadas con una pistola calibre 380.
Los fiscales ya ordenaron que la Policía Científica se encargue en los próximos días de realizar el cotejo balístico para determinar si ambos plomos extraídos de las víctimas durante sus autopsias fueron disparados por la misma pistola.
Voceros judiciales explicaron que el jueves pasado, en el marco de la causa por el asesinato del policía, el fiscal Ichazo realizó 11 allanamientos en la villa Los Alamos, de Quilmes, donde desde un principio los investigadores pusieron la lupa porque allí apareció incendiado el Bora.
Las fuentes explicaron que en los procedimientos se inspeccionaron varias viviendas y se identificó a varios posibles sospechosos, pero sólo uno de ellos, de 18 años, quedó detenido.
"Hay algún vínculo de este chico y de otros sospechosos que tenemos en la mira con la barra brava de Quilmes. Es una banda de jóvenes que se dedica al delito, pero algunos de ellos también son segundas líneas de la barra brava del Cervecero", dijo a Télam una fuente judicial.
El joven quedó aprehendido no por el homicidio, sino por tenencia ilegal de arma de fuego, ya que en su poder se le secuestró una pistola calibre 22.
No obstante, las fuentes anunciaron que el próximo martes este detenido será sometido a una rueda de reconocimiento con los testigos de los diferentes hechos delictivos que se le atribuye a la banda.
El auto VW Bora es el que le permitió a la policía y a los fiscales Ichazo y Olmos Coronel reconstruir el raid delictivo que cometió la banda en 48 horas.
El 15 de noviembre, los delincuentes robaron a mano armada el Bora en la localidad de Rafael Calzada, partido de Almirante Brown.
Al día siguiente, la banda dejó "enfriar" -como se dice en la jerga delictiva- el automóvil para ver si tenía o no rastreo satelital.
Como el vehículo no fue localizado ni recuperado por la policía o la compañía de seguros, el sábado 17 por la noche los delincuentes salieron a robar y, de acuerdo a las fuentes judiciales y policiales consultadas, el primero de los hechos fue el crimen de Barrera en Wilde.
El crimen del profesor de Kung Fu fue cometido cerca de las 21 frente a la vivienda situada en Polonia al 900, de Wilde, cuando su novia llegaba con algunas pertenencias suyas, ya que al día siguiente iban a mudarse a vivir juntos.
Cuatro delincuentes que se movilizaban en un Bora sorprendieron a Barrera cuando bajaba la última caja del baúl de su auto y pretendieron asaltarlo. Uno de los delincuentes le disparó un balazo en el cuello y lo mató.
De allí, los ladrones se trasladaron a Florencio Varela, donde intentaron cometer un robo en una vivienda, pero fracasaron, según comentaron fuentes de la investigación.
Una de las víctimas de ese hecho logró tomar la patente del Bora, y coincidía con la del auto robado en Rafael Calzada, que después fue visto en el crimen del profesor de Kung Fu (luego también en el del policía) y que finalmente apareció quemado en la villa Los Alamos.
De Florencio Varela, los asaltantes se dirigieron a Berazategui, donde aprovecharon la llegada de un matrimonio para entrar a robar a su casa, aunque el hecho se frustró cuando el policía Fernández, vecino de las víctimas, salió con su arma reglamentaria a defenderlos, se tiroteó con uno de los delincuentes y terminó muerto de un tiro en el abdomen.
De los reconocimientos que el martes harán los fiscales Ichazo y Olmos Coronel, no sólo participarán la novia del profesor de Kung Fu y los vecinos asaltados del policía Fernández, sino también el dueño del Bora robado en Rafael Calzada y la víctima que anotó la patente en el asalto frustrado de Florencio Varela.
Los testigos también realizarán reconocimientos fotográficos para intentar identificar a otros posibles cómplices.