La viuda del asesinado ex gobernador de Río Negro, Carlos Soria, aseguró que no va a declarar en el debate oral en el que se la juzga como acusada del crimen y pidió al tribunal no estar presente en las siguientes audiencias del debate.
Con voz firme y tras contestar algunas preguntas de los jueces de la Cámara Penal en lo Criminal de General Roca, Susana Freydoz aclaró que no está en condiciones de prestar declaración indagatoria y fue autorizada a permanecer en una sala contigua mientras se lleve a cargo el juicio.
Freydoz, quien actualmente está internada en un hospital psiquiátrico, llegó cerca de las 8 a los Tribunales de General Roca bajo un fuerte operativo de seguridad.
La viuda llegó al debate acusada de "homicidio calificado por el vínculo, agravado por la utilización de un arma de fuego", el cual prevé una pena de prisión perpetua.
Según fuentes judiciales, el proceso estará centrado en definir si la mujer es o no imputable o si actuó bajo "emoción violenta".
El juicio comenzó minutos después de las 9 en el salón auditorio de la Ciudad Judicial de General Roca, ubicada en San Luis 853, y está a cargo de los jueces Carlos Gauna Kroeger (presidente) y María García Balduini y Fernando Sánchez Freytes (vocales).
Como fiscal interviene Laura Pérez y el defensor particular de Freydoz es Alberto Richieri.
Durante la mañana fue leída la elevación a juicio, tras lo cual se le dio la oportunidad a Freydoz para que declarara.
Luego, los cuatro hijos del ex mandatario solicitaron al tribunal la posibilidad de declarar sin la presencia de la prensa ni del público.
Tras un breve cuarto intermedio, los jueces hicieron lugar al pedido y autorizaron la Freydoz a salir de la sala de audiencia y permanecer en una oficina contigua mientras se desarrolle el debate.
Pasado el mediodía, comenzaron a declarar dos de los policías que se hallaban como custodios en los alrededores de la casa donde fue asesinado Soria, tras lo cual prestarán testimonio dos de los hijos del mandatario.
El hecho ocurrió el 1 de enero último y causó conmoción en la provincia y en el país, porque hacía sólo 21 días que el mandatario provincial había asumido el cargo.
En los primeros días después del crimen, la viuda vivió en la casa de una hermana en Allen, a 20 kilómetros de General Roca, bajo una fuerte medicación ansiolítica que tomaba antes del hecho, y sin dictado de prisión preventiva, pero con una fuerte custodia.
Luego, se negó a declarar y el 29 de enero fue trasladada al hospital de Cipolletti, donde aún permanece internada.
Al término de su investigación, los pesquisas creen que Freydoz le disparó a la cabeza a Soria con un arma del gobernador, "en el marco de una discusión" que había surgido entre ambos luego de la celebración familiar del Año Nuevo.
La mecánica del hecho, informó el magistrado Juan Pablo Chirinos, se produjo "sin que existiera interrupción alguna entre el comienzo de la discusión y la finalización de la misma por el disparo".
En su momento, uno de los hijos del matrimonio, el intendente de General Roca, Martín Soria, relató a la prensa que el crimen se produjo luego de la cena y fiesta familiar, cuando se habían retirado casi todos los parientes excepto la hija del gobernador, María Emilia Soria, y su pareja, que pernoctaban en la residencia.