Con voz firme y tras contestar algunas preguntas de los jueces de la Cámara Penal en lo Criminal de General Roca, Susana Freydoz aclaró que no está en condiciones de prestar declaración indagatoria y fue autorizada a permanecer en una sala contigua mientras se lleve a adelante el juicio.
Freydoz, quien actualmente está internada en el servicio de Salud Mental del Hospital General "Doctor Pedro Moguillansky" de Cipolletti, llegó cerca de las 8 a los Tribunales de General Roca bajo un fuerte operativo de seguridad.
La viuda llegó al debate acusada de "homicidio calificado por el vínculo, agravado por la utilización de un arma de fuego", el cual prevé una pena de prisión perpetua.
Según fuentes judiciales, el proceso estará centrado en definir si la mujer es o no imputable, o si actuó bajo "emoción violenta".
El juicio comenzó minutos después de las 9 en el salón auditorio de la Ciudad Judicial de General Roca, ubicada en San Luis 853, y está a cargo de los jueces Carlos Gauna Kroeger (presidente) y María García Balduini y Fernando Sánchez Freytes (vocales).
Como fiscal interviene Laura Pérez y el defensor particular de Freydoz es Alberto Richieri.
Durante la mañana fue leída la requistoria fiscal de elevación a juicio del caso, en la que testigos detallaron la mala relación matrimonial y las permanentes peleas verbales por celos desde meses antes e inclusive en horas previas al crimen.
Luego, los cuatro hijos del ex mandatario solicitaron al tribunal la posibilidad de declarar sin la presencia de la prensa ni del público. Tras un breve cuarto intermedio, los jueces hicieron lugar a los pedidos de madre e hijos y autorizaron a Freydoz a salir de la sala de audiencia y permanecer en una oficina contigua mientras se desarrolle el debate.
Los primeros en declarar fueron dos de los policías que se hallaban como custodios en los alrededores de la casa donde fue asesinado Soria.
Luego prestó testimonio Mariano Valentín, yerno de Soria, quien aseguró que le había llamado la atención que en los últimos meses se repetían las peleas entre éste y su esposa.
Finalmente declaró a puertas cerradas la hija de los Soria, María Emilia, mientras que sus hermanos Martín, Carlos Ernesto y Germán, lo harán al reanudarse el debate el miércoles próximo a las 9.
El hecho ocurrió el 1° de enero último, apenas 21 días después que el mandatario provincial asumiera el cargo, y causó una gran conmoción en la provincia y en el país.
En los primeros días después del crimen, la viuda vivió en la casa de una hermana en Allen, a 20 kilómetros de General Roca, bajo una fuerte medicación ansiolítica que tomaba antes del hecho, y sin dictado de prisión preventiva, pero con una fuerte custodia.
Luego, se negó a declarar y el 29 de enero fue trasladada al mencionado hospital de Cipolletti, donde aún permanece internada.
Al término de su investigación, los pesquisas creen que Freydoz le disparó a la cabeza a Soria con un revólver calibre .38 del gobernador, "en el marco de una discusión" que había surgido entre ambos luego de la celebración familiar del Año Nuevo.
La mecánica del hecho, informó el magistrado Juan Pablo Chirinos, se produjo "sin que existiera interrupción alguna entre el comienzo de la discusión y la finalización de la misma por el disparo".
En su momento, uno de los hijos del matrimonio, el intendente de General Roca, Martín Soria, relató a la prensa que el crimen se produjo luego de la cena y fiesta familiar, cuando se habían retirado casi todos los parientes excepto la hija del gobernador y su pareja, que pernoctaban en la residencia.