Un atacante suicida de la red Al Qaeda se inmoló este lunes cerca de militares que ensayaban un desfile en el centro de la capital de Yemen, y al menos 96 personas murieron y unas 300 resultaron heridas en el ataque, el más letal en la ciudad de Saná en varios años, informaron autoridades.
El atentado pareció un intento de asesinato fallido contra el ministro de Defensa, Mohamed Nasser Ahmed, que había llegado a la plaza del ensayo para saludar a los soldados junto al jefe del Estado mayor poco segundos antes de la explosión.
El ataque fue el más grave perpetrado en la capital yemení en años y el más mortífero desde la llegada al poder del presidente Abd Rabbu Mansur Hadi, el pasado mes de febrero, en sustitución del ex mandatario Ali Abdullah Saleh, con quien todavía mantiene una puja de poder.
Fuentes de seguridad dijeron que el autor del ataque era un soldado que estaba participando del ensayo del desfile y que detonó un cinturón explosivo poco antes del previsto saludo del ministro Ahmed a las tropas en la plaza Al Sabin, cerca del Palacio Presidencial.
La mayoría de las víctimas eran partes de la Organización de Seguridad Central, una fuerza paramilitar comandada por un sobrino del ex presidente Saleh, agregaron las fuentes.
La cadena de noticias BBC dijo haber recibido un comunicado de Al Qaeda en el que la red islamista internacional se atribuyó la autoría del ataque.
Al Qaeda dijo que reclutó a un soldado para el atentado y que lo cometió en represalia por los "crímenes" de la Organización de Seguridad Central.
El ataque tuvo lugar diez días después del inicio de una ofensiva del ejército contra Al Qaeda o grupos afiliados en el sur del país, que desde su inicio causó la muerte de 230 personas, en su mayoría combatientes de la red islamista.
"La guerra al terrorismo continuará hasta que ganemos, sean cuales fueren los sacrificios", dijo el presidente Hadi en un comunicado leído por la TV estatal.
"Estamos acelerando la reestructuración del Ejército para devolver la estabilidad a un país que estuvo al borde de una guerra total. Yemen no resiste más crisis", agregó, en alusión a la sangrienta revuelta de 2011 que forzó la renuncia de Saleh, el año pasado.
El domingo, tres contratistas civiles que entrenaban a la guardia costera de Yemen fueron baleados y heridos por desconocidos que les dispararon cerca de la ciudad costera de Hodeida, informó este lunes el Pentágono.
El Ministerio del Interior dijo en un comunicado que 96 personas murieron y unas 300 resultaron heridas en el atentado.
Imágenes de la televisión yemení mostraron a centenares de soldados que salieron como en una estampida segundos después de la explosión, mientras decenas de cadáveres quedaban esparcidos en el suelo.
El desfile estaba previsto inicialmente para este martes con motivo de la conmemoración del Día Nacional de Yemen (que recuerda la unificación, en 1990, entre la República Democrática Popular de Yemen, más conocida como Yemen del Sur, y la República Árabe de Yemen, Yemen del Norte).
Se espera la presencia del presidente Hadi.
El atentado rompió con una relativa calma en Saná desde el derrocamiento de Saleh, más allá de la extensión de la violencia en otras regiones de Yemen, sobre todo en la sureña provincia de Abyan, donde transcurre la ofensiva contra Al Qaeda.
Sin embargo, la caída de Saleh fue un mojón que señaló el inicio de una escalada de violencia, ya que también provocó una división en el ejército propiciando un fortalecimiento de los grupos afines a Al Qaeda y también de los movimientos separatistas del sur.
En Yemen opera Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), considerada la rama más activa de la red islamista internacional.