Realizarán mañana una asamblea frente al club Torino, convocada por los socios vitalicios para iniciar un proceso que lleve a la reapertura de la escuela de fútbol, la biblioteca y el centro de jubilados.
Vecinos de Villa Lugano realizarán mañana una asamblea frente a Torino, como se conoce al club que pertenece a la Asociación Vecinal y Biblioteca Escalada, que permanece cerrado desde 2001 y que ahora se proponen recuperar.
La asamblea fue convocada por los socios vitalicios en Zuviría 4663, Villa Lugano, para iniciar un proceso normalizador que termine con la designación de autoridades, de acuerdo a como marca la ley que rige a estas instituciones sin fines de lucro.
El 19 de mayo último el barrio se movilizó haciendo un acto del que participaron, bandas de rock, murgas y una pareja de bailarines de tango, y un buffet que además ofrecía locro y empanada.
“El club Torino quedó acéfalo en 2001, tras una mala presidencia, y se quedó a cargo una persona llamada Alejandro Benítez, para formar una junta normalizadora, pero hace 10 años que lo usufructúa”, asegura Marcelo Vázquez, quien señala que no se realizan actividades sociales en la institución.
“No hay ninguna escuelita de fútbol ni funcionan el centro de jubilados, el jardín de infantes o la biblioteca”, indica, para denunciar luego que “lo usufructúan dos personas que no son del barrio ni elegidos por nadie”.
Los vecinos ya realizaron denuncias ante la Inspección General de Justicia (IGJ) y llevaron el caso ante el secretario de Justicia de la Nación, Claudio Morresi.
“Al pedir la inspección la gente que ocupaba el club se está yendo, pero puede ser para que no los encuentren y volver después. Ellos pagan alquiler para vivir allí en casillas que les alquilan, no tenemos nada contra esa gente, queremos que tengan un lugar digno y los están estafando porque esto es un club de barrio”, dice Vázquez.
“Otros clubes también tuvieron este problema, y son los vitalicios quienes tienen que llamar a asamblea normalizadora para luego convocar a elecciones”, añade Vázquez , que se define a sí mismo como “nieto de un fundador e hijo de un ex presidente del Torino, cuya gestión agrandó la cancha, compró un terreno, e hizo el tinglado”.
“Estamos sumando gente del barrio y vamos a traer un escribano a la asamblea en la puerta del club, mañana a las 19”, convoca.
