Los gobernantes de los países de la OTAN avalaron este lunes planes para una "transición irreversible" en Afganistán, reafirmando su promesa de poner fin a su campaña militar en 2014 y manifestando su confianza en la capacidad de las fuerzas afganas de asumir la seguridad del país incluso antes.
El presidente estadounidense, Barack Obama, y los líderes de los demás países de la OTAN, reunidos en el segundo y último día de una cumbre en Chicago, dijeron en un comunicado final que aunque la alianza atlántica mantendrá una presencia en Afganistán, después de 2014, "esta ya no será una misión militar".
En el encuentro de más de 50 países, los 28 de la OTAN y sus naciones asociadas acordaron que las fuerzas de seguridad afganas se harán cargo de cualquier operación de combate a partir de julio próximo y que las tropas de la alianza pasarán a tener un rol de apoyo.
Obama dijo que esta transición es "el siguiente hito" de los planes de la alianza para poner fin a una impopular guerra contra los talibanes afganos que ya se prolonga por casi 11 años.
"Este será un nuevo paso para que los afganos asuman el manejo pleno de su seguridad en la fecha acordada de 2014", dijo Obama al inaugurar una reunión entre la OTAN y otros países que participaron de la guerra, el último encuentro del día.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, señaló que los afganos ya asumieron operaciones de control de la seguridad en el 50% del convulsionado país, y están en camino para cumplir con los objetivos del próximo año.
"Esta es una importante señal de progreso hacia nuestro objetivo compartido: un Afganistán gobernado y protegido por y para los afganos", agregó Rasmussen, citado por la cadena CNN.
El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, asistió a la cumbre, así como el mandatario de Pakistán, Asif Ali Zardari, cuyo país jugará un rol crucial en la consolidación de la estabilidad en suelo afgano luego de la retirada de la OTAN.
Al abrir la segunda jornada, Rasmussen destacó que el cónclave es "la reunión más grande de la historia de la OTAN, lo que evidencia el compromiso compartido con el pueblo y el futuro afganos".
El domingo, la cumbre se tensó por la confirmación del presidente galo, Francois Hollande, de que -tal como había prometido durante su campaña electoral- retirará sus tropas del país centro-asiático a fin de año, dos años antes de la fecha convenida por el resto de la OTAN.
Este hecho generó algunas fricciones y declaraciones cruzadas entre los participantes, entre ellos el propio Rasmussen, quien subrayó el domingo que en declaraciones a la prensa que "no habrá una carrera" entre los países de la OTAN para sacar a sus tropas de suelo afgano.
No obstante, el danés se manifestó comprensivo con Hollande y señaló que "la regla número uno de un político es cumplir sus promesas", aunque subrayó categóricamente que el calendario de la OTAN "seguirá sin cambios".
En línea con lo declarado por Rasmussen, la canciller alemana, Angela Merkel, señaló que la alianza atlántica debe salir toda junta de Afganistán y no sus miembros de forma individual.
También el domingo, al culminar la primera jornada de la cumbre, Obama y Rasmussen habían enfatizado que la alianza militar tiene todavía un importante papel que desempeñar en el mundo de este lunes.
"Juntos seguiremos haciendo que la OTAN sea capaz de responder a los desafíos de seguridad del martes, porque ningún país, ningún continente puede hacerles frente solo", declaró Rasmussen a los 28 jefes de Estado y de gobierno de la OTAN.
Por su parte, el anfitrión de la cita, Obama, calificó a la OTAN como "la alianza más fuerte y exitosa que haya visto jamás el mundo".
"Nuestra alianza ha sido la base de nuestra seguridad común, de nuestra libertad y de nuestra prosperidad", afirmó.
"Aunque los tiempos hayan cambiado, la razón fundamental de nuestra alianza no lo ha hecho", agregó en declaraciones que reproduce la agencia de noticias DPA.
El inicio de la cumbre, el domingo, estuvo precedida por manifestaciones de miles de personas en la metrópolis estadounidense, blindada con 3.000 agentes especiales, calles cortadas, piquetes policiales en las esquinas y restricciones en el tren subterráneo.
A primeras horas de este lunes, la policía informó de "algunos heridos y arrestos" pero señaló que la situación está "totalmente controlada", informó CNN.
El domingo, miles de personas protestaron entre los rascacielos de Chicago bajo el lema "la OTAN supone la Tercera Guerra Mundial".
La guerra en Afganistán comenzó a fines de 2001 con una invasión liderada por Estados Unidos y avalada por la ONU para derrocar al entonces gobernante movimiento talibán, que se negaba a entregar a su "huésped" Osama Bin Laden, líder de la red Al Qaeda e ideólogo de los atentados a las Torres Gemelas de septiembre de ese año.
Los talibanes fueron derrocados casi de inmediato, pero pasaron a la insurgencia y desde entonces resisten y lanzan ataques letales pese a la presencia de más de 100.000 soldados de la OTAN en suelo afgano.
Bin Laden fue muerto el año pasado en Pakistán en un operativo militar clandestino estadounidense.