La próxima misión empresaria organizada por la Secretaría de Comercio Interior, luego de la realizada recientemente a Angola, tendrá como destino la República de Azerbaiyán, país eurasiático situado en el Cáucaso del Sur, que experimentó un fuerte crecimiento en los últimos años.
“Estamos interesados en recibir a las empresas argentinas para analizar las posibilidades de incrementar el comercio bilateral”, dijo a Télam el encargado de negocios de la embajada azerí en Buenos Aires, Ruslan Rzayev.
La misión a Bakú, ciudad al borde del mar Caspio, que se realizará entre el 2 y el 5 de julio próximos, “permitirá determinar en qué sectores podemos aumentar los negocios bilaterales”, sostuvo Rzayev.
Con 9,2 millones de habitantes y un producto interior bruto (PIB) de 64.200 millones de dólares (cerca de 7 mil per capita), Azerbaiyán experimentó una gran expansión a partir de las exportaciones de hidrocarburos, y presenta un mercado de “gran potencial estratégico”, según evalúa la Fundación Export-Ar de la Cancillería.
El intercambio argentino-azerí se duplicó en el último cuatrienio, al pasar de 17,8 millones de dólares en 2008 a 34,6 millones en 2011. El año pasado la balanza marcó un saldo favorable para nuestro país de 9,6 millones.
Los principales rubros exportados por la Argentina a Azerbaiyán son caña de azúcar, aceite y harina de soja y de otros granos; productos farmacéuticos, leche y productos lácteos; maní, tabaco y sucedáneos y frutas cítricas.
“Existe un amplio campo de colaboración en el sector agroindustrial y ganadero, no sólo para la compra de productos procesados, sino también para la incorporación de tecnología, dada la experiencia de la Argentina”, sostuvo Rzayev.
El diplomático añadió que “es también una buena oportunidad para buscar la complementación en otros sectores como construcción, laboratorios farmacéuticos e industria automotriz”.
En la embajada resaltan, asimismo, las perspectivas de colaboración económica en los sectores de petróleo, gas, industria química, infraestructura y energías renovables, entre otros.
Señalan además que la ubicación geográfica de Azerbaiyán y sus “grandes capacidades financieras” puede servir como la puerta de entrada a los mercados de Cáucaso, Asia Central y Cuenca del Mar Caspio (el país limita con Armenia, Georgia, Rusia e Irán).
A fines de febrero, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner firmó el decreto
que dispuso la apertura de la embajada argentina en Azerbaiyán, ya que hasta ahora la relación bilateral se mediaba a través de la representación diplomática en Turquía.
La decisión motivó a principios de marzo una visita oficial del canciller Héctor Timerman, quien fue recibido por el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev.
Previamente, en los primeros días de febrero visitó la capital azerí el ministro de Turismo, Enrique Meyer, quien acordó impulsar la cooperación bilateral en su ámbito.
Del mismo modo, en septiembre del año pasado el secretario de Agricultura, Lorenzo Basso, se entrevistó en Azerbaiyán con el ministro de Agricultura, Ismat Abbasov, y con empresas del sector.
Luego, en noviembre visitó Bakú el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, también recibido por el presidente Aliyev, y en ese encuentro se propuso analizar la posibilidad de diversificar la economía de Azerbaiyán a través de la incorporación de tecnología científica argentina.
Barañao firmó memorándums de entendimiento sobre cooperación en materia científica y tecnológica con el Ministerio de Desarrollo Económico y con la Academia Nacional de Ciencias de Azerbaiyán, en los que se establecieron las condiciones para impulsar la vinculación entre instituciones de ambos países en las áreas de investigación en petróleo y gas, energías renovables y tecnologías de la información.