En su retorno a la actividad oficial la presidenta Cristina Fernández criticó el accionar de las ONG ambientalistas por su tibio accionar frente a la explotación marítima en Las Malvinas.
Respecto de la explotación pesquera y petrolera que hace el Reino Unido en las Islas, Cristina disparó contra las ONG por no denunciarlas. "Denuncian cosas en otras causas loables, pero nada dicen de esto; me llamó la atención" aseguró la mandataria en su retorno tras la operación de tiroides.
Hoy, Greenpeace levantó el guante y difundió en un comunicado en respuesta a las declaraciones de la jefa de Estado, titulado “Greenpeace celebra la preocupación de la presidenta Cristina”.
La ONG asegura que la presidenta ha estado en materia ambiental, hasta ahora, ajena en muchos aspectos a su política de gobierno.
“A su vez, le recuerda que, en lo referente a la sobrepesca y explotación de petróleo en aguas profundas, Greenpeace denunció en mayo de 2009, que durante la reunión de la Comisión Pesquera de la FAO sobre control de puertos contra la pesca ilegal, los representantes argentinos ‘obstaculizaron cualquier medida para erradicar esta práctica no regulada y no reglamentada’”, dice el comunicado de prensa.
Los militantes ambientalistas aseguran que para terminar con la “pesca pirata” los estados deben actuar a través de los organismos internacionales. Asimismo, respetando las recomendaciones científicas es posible detener la sobrepesca.
“Es por ello que es muy importante esta nueva preocupación por parte del Gobierno nacional”, sostiene Greenpeace.
Además, Greenpeace también aclaraque fue una de las primeras organizaciones en denunciar la presencia de armas nucleares en barcos británicos durante la guerra de Malvinas (1982). Cuando el buque destructor HMS Sheffield fue hundido durante la guerra entre Argentina y el Reino Unido, el Ministerio de Defensa británico no reconoció la presencia de armas nucleares a bordo de ninguno de los barcos que participaron del conflicto.
Finalmente, la ONG reconoce el rol de la cancillería Argentina que, con su actitud proactiva – de las más destacadas a nivel internacional- mantiene junto con el resto de los países latinoamericanos (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, República Dominicana, y Uruguay) una posición radical a favor de la prohibición de la caza de ballenas y de la protección de la especie. |