Al mismo tiempo, las FARC remarcaron que "la llave de la paz" no está ni en el Ejecutivo ni en la organización "sino en la comunidad".
"Las FARC quieren una paz duraderas, democrática y justa. Nos sentamos en una mesa porque fuimos reconocidos como adversarios militares y políticos", remarcó el jefe de la principal guerrilla colombiana, Timoleón Jiménez, alias Timochenko.
En un video difundido en La Habana y recogido por sitios de diarios bogotanos, Timochenko afirmó que "la llave de la paz no reposa en el bolsillo del Presidente de la República, y tampoco en las FARC, sino en la comunidad".
Con este pronunciamiento, las FARC oficializaron el acuerdo con el Ejecutivo colombiano para abrir conversaciones en busca de terminar el conflicto armado de casi medio siglo, del mismo modo que lo hizo un rato antes el presidente Juan Manuel Santos.
"Ha vuelto a abrirse la puerta de la esperanza para que salgan de los resguardos de sus centros de trabajo, de sus talleres domésticos, de su rebusque agónico, de su búsqueda de empleo, de sus culturas ignoradas, de sus rincones de víctimas. Se trata de marchar por la paz por la construcción entre todos de un nuevo país", remarcó el jefe guerrillero, que reemplazó el el máximo cargo a Alfonso Cano.
Timochenko se declaró "optimista" por el comienzo de las conversaciones -el de octubre en Oslo-, aseguró que las FARC "no intentan repetir las tramas del pasado" y destacó que los insurgentes están "convencidos de que las mayorías quieren una paz duradera".
El líder calificó de "invalorable" la participación de Venezuela y Noruega en el proceso de acercamiento y la gestión del presidente cubano, Raúl Castro. "Estamos seguros de que toda nuestra América aplaude esta gestión", subrayó.
Sobre la continuación de las operaciones militares, Timochenko reseñó que "el Gobierno ha reiterado su decisión de no permitir ninguna de las concesiones de la guerra", por lo que es "claro que pese a las manifestaciones de paz", las FARC llegan "asediadas e impedidas", pese a lo cual confían en que "el régimen no intenta repetir la trama del pasado".
