El argentino Omar Narváez retuvo este domingo por cuarta vez el título supermosca de la OMB, tras derrotar por decisión unánime en 12 rounds al mexicano José Cabrera, en una pelea deslucida y de bajo nivel técnico disputada en la ciudad de San Juan.
La velada se desarrolló en el estadio Aldo Cantoni ante unos 2.500 espectadores y los jueces fallaron a favor del boxeador chubutense con el siguiente resultado: Carlos Colón (Puerto Rico) y Rose Lacend Vargus (Estados Unidos) marcaron 118-108, mientras que el argentino Ramón Cerdán dio 120-106.
El árbitro de Puerto Rico, José Rivera, de regular actuación, le descontó dos puntos a Cabrera por cometer infracciones.
El triunfo de Narváez (52,150 kilos) fue holgado y legítimo, ante un adversario que no estuvo a la altura del compromiso y que sólo "ensució" la pelea desde su comienzo.
Cabrera (de igual peso) cometió reiteradas infracciones ante la llamativa pasividad del árbitro, quien a pesar del descuento en el octavo y décimo round, le permitió al retador cortar a Narváez en el arco superciliar izquierdo con un cabezazo aplicado en forma deliberada en el asalto número ocho.
En ese capítulo, paradójicamente el referí le descontó un punto a Cabrera, pero por aplicar un golpe bajo, mientras que le marcó a los jueces que el corte había sido producto de un choque casual de cabezas, aunque fue evidente que el mexicano lo hizo en forma intencional.
El boxeador de Trelew (36 años de edad), mediante su experiencia y jerarquía, se constituyó en el protagonista del combate y aplicó golpes a voluntad ante la impotencia e ineptitud boxística del oponente.
Además, Narváez tuvo que lidiar con el "tercer puño" que utilizó Cabrera, que fue su cabeza, un verdadero ariete que siempre llegó primero antes que las manos. Tampoco así llegó a conectarle un golpe claro en toda la pelea.
Narváez se cargó al hombro la responsabilidad del espectáculo y puso en el ring todo su oficio. Fue quien sacó golpes desde todos los ángulos, pero sin la potencia necesaria -como ocurre desde hace tiempo-, para liquidar esta clase de pleitos ante rivales que nada hacen para tratar de arrebatarle su cinturón desde hace prácticamente 10 años.
El "Huracán" de Trelew volvió a combatir tras haber sido derrotado por filipino Nonito Donaire, campeón gallo OMB y CMB, en octubre de 2010 en Nueva York, en una actuación decepcionante ante un rival que no tuvo que esforzarse para superarlo.
Con esta victoria, Narváez elevó su record a 35-1-2, con 19 nocauts y expuso el cinturón supermosca OMB, que obtuvo en mayo de 2010 cuando derrotó por puntos al nicaragüense Evert Briceño en el Luna Park.
Antes de este compromiso, había defendido éxito la corona en tres oportunidades: ante el mexicano Víctor Zaleta, César Seda (Puerto Rico) y William Urina (Colombia). En todas ellas venció por decisión de los jueces.
En la pelea de semifondo, el sanjuanino Mauricio Muñoz derrotó por nocaut técnico en el tercer asalto al chileno Ramón Contreras en una pelea por el título Latino OMB de la categoría pluma.