Rodrigo el Potro – La mano de dios
En una villa nació, fue deseo de Dios. Crecer y sobrevivir a la humilde expresión de enfrentar la adversidad.
Con afán de ganarse a cada paso la vida, en un potrero forjó una zurda inmortal.
Con experiencia, sedienta ambición de llegar, de Cebollita soñaba jugar un mundial y consagrarse en primera.
Tal vez jugando pudiera a su familia ayudar.
Con afán de ganarse a cada paso la vida, en un potrero forjó una zurda inmortal.
Con experiencia, sedienta ambición de llegar, de Cebollita soñaba jugar un mundial y consagrarse en primera.
Tal vez jugando pudiera a su familia ayudar.
A poco que debutó: Marado! Marado!
La doce fue quien coreó: Marado! Marado!
Su sueño tenía una estrella llena de gol y gambeta y todo el pueblo cantó: Marado! Marado!
Nació la mano de Dios.
La doce fue quien coreó: Marado! Marado!
Su sueño tenía una estrella llena de gol y gambeta y todo el pueblo cantó: Marado! Marado!
Nació la mano de Dios.
Marado! Marado! Sembró alegría en el pueblo. Regó de gloria este suelo.