España quedó muy cerca de un salvataje de unos 100 mil millones de euros de la Unión Europea para sanear su sistema financiero a cambio de implementar nuevos recortes y ajustes presupuestarios, aunque el gobierno de Mariano Rajoy siga sin reconocerlo.
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En ese sentido, el líder del Partido Popular Europeo (PPE), Antonio López Istúriz, aseguró que la Unión Europea (UE) anunció que está en condiciones de aprobar la inyección de fondos que necesita España para sanear su banca en el próximo Consejo europeo del 29 de junio, si así lo solicita Rajoy.
El eurodiputado, representante del derechista PP de Rajoy, dijo que aunque la cantidad de dinero que necesita la banca española se conocerá cuando estén terminadas las auditorias externas encargadas por el gobierno, algunos cifras que se manejan “están en torno a los 80.000 ó 100.000 millones de euros”.
"Estas cifras entran dentro de las posibilidades” del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF). Este fondo tienen 240.000 millones, explicó López Istúriz en entrevista con Radio Televisión Española (RTVE).
“Existe ese dinero, esa ayuda. Las condiciones se darán a la banca, y el gobierno soberano español será el que tome las decisiones y también el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, ente público español) que será el receptor de este dinero, aunque luego irá a los bancos”, remarcó.
El ministro de Economía español, Luis De Guindos, afirmó ayer en Bruselas que esperará los resultados de las auditorias encargadas a las consultoras Roland Berger y Oliver Wyman, que estarán listas en unos 15 días.
También espera el informe que prepara el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el sistema financiero español antes de tomar cualquier decisión sobre la recapitalización de la banca española sin descartar un rescate.
Esta opción tomó fuerza después de que se conociera de fuentes del gobierno alemán que la canciller alemana, Angela Merkel, estaría dispuesta a apoyar un “rescate suave” a España, limitado al sistema financiero y sin condicionamientos macroeconómicos como los exigidos a Grecia, Irlanda o Portugal.
El Ejecutivo de Mariano Rajoy, que ya implementó el ajuste presupuestario más profundo de la historia reciente de España, sólo tendría que aprobar nuevas reformas para el sistema financiero, que incluiría fusiones y liquidación de entidades problemáticas.
La idea inicial del gobierno español era que las ayudas europeas se concreten de forma directa sin que el Estado sea intervenido, pero esta opción, que se buscaba canalizar por medio del futuro MEED (Mecanismo Europeo de Estabilidad), sucesor del actual FEEF, no es viable en el corto plazo debido a que se debe reforma la legislación comunitaria vigente.
Bruselas y París apoyaron esta vía pero la ratificación del tratado MEED, que permite modificar el uso de estos fondos, aún no se completó y esperar podría resultar perjudicial para España.
Por este motivo, la posibilidad del rescate “limitado” a través del FEEF, que implica la ineludible intervención del Estado, parece ser ahora la única opción que baraja el gobierno de Rajoy, según se desprende de las declaraciones del propio López Istúriz.
El FROB, un ente público del Estado, sería el encargado de canalizar “las ayudas”, por lo que “no sería un rescate”, subrayó el eurodiputado, quien cree que “el problema de la banca española estaría circunscrito a un 30%”.
El gobierno español confía en que los informes del FMI y las auditorias externas confirmarán que el problema del sistema financiero español está concentrado en algunas entidades que ya fueron aisladas por la intervención del gobierno, concretamente Bankia, con lo que estaría en mejor posición para negociar las condiciones del rescate.
De tomar esta decisión, el gobierno español podría solicitar los fondos europeos antes de la Cumbre europea del 28 y 29 de junio, cuando se podría dar luz verde a las ayudas para España, dijo el eurodiputado del PP.
Con este escenario que apunta hacia una estrategia de salida de la crisis de deuda soberana de España, el riesgo país o prima de riesgo se relajó en los últimos dos días por debajo de los 500 puntos (hoy 480) tras escalar la semana pasada hasta los 547 puntos, máximo histórico desde la creación del euro.
Después de una semana “negra”, el Tesoro Público español cerró hoy un su última subasta de bonos por encima de sus objetivos, aunque a intereses más altos en los bonos a 10 años. España colocó 2.075 millones de euros (por encima de los 1.000 y 2.000 previstos) en bonos a 2, 3 y 10 años.
La rentabilidad media de los bonos se situó en el 5,3% frente al 4,3% del mes de abril, mientras que el interés marginal se elevó al 5,4% desde el 4,3% registrado en la subasta anterior.