
Las tareas de limpieza de las sustancias radiactivas, tras el accidente en la planta de Fukushima del que se cumplirá este domingo un año, continúan en Japón. Pero la población duda de la efectividad de los trabajos.
Las tareas de limpieza de las sustancias radiactivas, tras el accidente en la planta nuclear de Fukushima del que se cumplirá mañana un año, continúan en Japón. Sin embargo, la población duda de la efectividad de los trabajos y del lugar donde se almacenan estos desechos.
Los obreros retiran la tierra contaminada de las propiedades privadas de Fukushima, una ciudad ubicada a 55 kilómetros del centro de la radiactividad: la central nuclear Fukushima Daiichi. Con estas tareas, los índices de radiactividad bajaron de 1,5 a 0,2 microsievert por hora en comparación con el nivel de antes del desastre, de 0,04.
"Las autoridades nos han dicho que retiremos la capa de tierra hasta que los niveles de radiación bajen a menos de 1 microsievert por hora", declaró uno de los empleados.
Los trabajadores están expuestos día a día a gran cantidad de material con alto nivel de contaminación radiactiva. Sin embargo usan guantes convencionales, máscaras y uniformes en vez de equipos protectores.
Las críticas señalan que el gobierno, los empleados y los trabajadores subestiman los riesgos que representan estas tareas iniciadas en septiembre, seis meses después del tsunami del 11 de marzo y el posterior accidente nuclear en la planta de Fukushima.
Una serie de incendios y explosiones en la central tras el terremoto y el posterior tsunami provocó la fuga de sustancias radiactivas. Y tres de los seis reactores resultaron seriamente dañados.
"No estoy tan preocupado", manifestó uno de los empleados de aproximadamente 20 años, al referirse a los posibles efectos de la exposición a la radiación.
El hombre, al servicio de la compañía local de paisajistas Shunko-en, reconoció que existen algunos riesgos aunque aseguró que "alguien debe hacer el trabajo"; en tanto que el presidente de la firma, Kazuo Morito, ratificó que se intenta reducir la exposición de los operarios a niveles de radiación peligrosos.
El gobierno central ha enviado directrices sobre la limpieza, pero son las personas que realizan estas tareas las que tienen la responsabilidad última de la salud de los trabajadores.
El profesor auxiliar de la Universidad de Kioto, Hiroaki Koide, aseguró que no existe una dosis segura de radiación. Ratificó que es imposible descontaminar la tierra y que la operación encabezada por el gobierno solo está moviendo el material radiactivo de un lugar a otro.
"Sin embargo, para proteger a los niños es necesario descontaminar donde se encuentran, por ejemplo, removiendo las capas de las áreas de juegos de las escuelas", agregó Koide.
La catástrofe en cifras
- 15.854 muertos y 3.276 desaparecidos.
- 343.000 personas siguen desplazadas.
- 3.918 carreteras, 78 puentes y 45 diques dañados.
- El gobierno estima los daños en 16,9 billones de yenes (156.500 millones de euros).