El veterano adivinador, que cada año presenta sus predicciones para el siguiente, piensa hacerlo
El pánico se debe, en su opinión, a "las visiones apocalípticas divulgadas por cineastas, escritores de ficción y por la televisión".
Pese a la creencia popular, los mayas nunca profetizaron el fin del mundo.
Según los estudiosos de esta cultura, lo único que ocurrirá el 21 de diciembre -o más bien el 23, según sus estudios- es que finalizará una era de 5.125 años en la cuenta larga del calendario maya, y comenzará otra.
El brujo mayor recomendó "evitar aglomeraciones en sitios arqueológicos o compras de pánico", y pidió "mantenerse en paz, escuchar música o hacer ejercicios de relajación".
No obstante, Vázquez Alba tuvo una versión tremendista al señalar que "es probable que grupos seudo-religiosos, sectas y extremistas puedan atentar masivamente mediante suicidios colectivos e incluso atentar contra otros".
"Hay que estar bien alertas", afirmó, en particular porque la presencia de mucha gente en sitios arqueológicos "puede provocar accidentes".
"Ese día, lo mejor es estar en casa, en el trabajo, escuela y en cierto momento hacer ejercicios de relajación. Esto podría salvar muchas vidas", concluyó.